«La reina descalza» de Ildefonso Falcones.

La reina descalza trata de una historia de enfrentamientos, amor, superación y amistad. El empeño por exterminar una raza vista desde las entrañas de unas familias de Triana, Sevilla.

Aunque no es el primer libro del Sr. Falcones que leo, sí que es el primero que comento; y tengo que confesar que me daba un poco de respeto hacerlo pensando que no estaría a la altura de este «monstruo» de las letras. Porque yo me pregunto, ¿quién soy yo para hablar de este libro? Pues simple y llanamente una lectora que ha disfrutado con premeditación y alevosía. Desesperada porque quería que la noche llegara lo antes posible para imbuirme entre sus páginas, La reina me esperaba pacientemente.

Portada de la novela «la reina descalza»

Una novela con trasfondo histórico, en la España del siglo XVIII, cuenta como, en el tiempo en que Zenón de Somodevilla y Bengoechea fue nombrado I Marqués de la Ensenada por Felipe V en 1736 y por recomendación del que sería más adelante Carlos III, se empeñó en exterminar a los gitanos españoles a los que consideraba «una raza malvada» y planeó eliminarlos el 30 de julio de 1749. El Marqués de la Ensenada era famoso por sus habilidades políticas y militares y, por ser un mecenas cultural. Pero también, era famoso por las fiestas cortesanas que celebraba en las que solía rodearse de los invitados más selectos de Madrid. De ese modo se aseguraba el favor de los reyes. En este contexto político, histórico y socio-cultural de la época nos encontramos con el relato de Caridad, una cubana esclava que consigue ser libre de las manos de su propio amo moribundo. Caridad llega a Sevilla donde conoce a Melchor. Pero sufre múltiples atrocidades que moldean su carácter y la forma de afrontar la vida y su cantar.

Melchor es un personaje singular y el abuelo de la familia Vega, unos trianeros que viven en el callejón de San Miguel. Melchor es un hombre hecho a su manera que, también, ha padecido muchos males y que desaparece para no volver en mucho tiempo. Él sabe por qué lo hace. La familia Vega es enemiga acérrima de la familia García y este odio marcará el compás de este relato.

La pequeña de los Vega, Milagros, conoce a Caridad de la mano de su abuelo Melchor y la acoge con cariño. No tanto los vecinos del callejón y sus padres, Ana Vega y José Carmona que la desprecian y no entienden el porqué el abuelo está con una mujer a la que llaman » la negra». Milagros está enamorada de un García, pero los Vega quieren casarla con otro hombre. Milagros es rebelde, joven y bella, y rebosa vida por los poros. La muerte de un miembro importante será el principio de muchas desgracias y Milagros terminará por ser acogida por María la curandera. La curandera introduce a Milagros en el mundo de la medicina natural y le enseña a identificar las plantas y sus propiedades. Tras un tiempo, Milagros se casará por amor con el pequeño de los García.

Ildefonso Falcones, autor de La reina descalza*

Como toda cultura, la gitana no está exenta de las características sociales de la época (algunas aún vigentes). La mujer está sometida al hombre y el matrimonio es un contrato que pasa por el ritual de verificación de virginidad de la novia. Asimismo, el festejo dura tres días. Los novios son levantados en volandas y las familias suelen endeudarse casi de por vida. Milagros se casa muy enamorada con el amor de su vida, su amor platónico. Pero no tardará en descubrir que todo parecido con la realidad es pura coincidencia. Su futuro será muy distinto y el destino la convertirá en la famosa artista «La descalza». Será deseada por todos los hombres de la comarca y se alzará como un icono de la belleza más que por su talento de artista. Caridad ya no está para aconsejarla porque el destino y la mala fortuna las vuelve a separar una y otra vez.

Una historia de dolor, de amor, de enfrentamientos y de desengaños que nos transporta al siglo XVIII con una nitidez tan palpable que a veces se respira, se huele. Trasladar la idea que merece la pena hacer este viaje histórico de nada sirve si no abrimos libros que como este, nos haga viajar hacia mundos infinitos. Una lectura que fue más que una simple lectura donde el hecho de leer se convirtió en un experimento de los sentidos; poder cristalizar el entorno físico, visualizar a Caridad, Milagros, Melchor y María, sufrir el dolor desgarrador de sus actores y llorar de alegría con su felicidad. Un trozo de historia que me era algo desconocido y que necesitaba saber. Afortunadamente tenemos una historia «sin sesgar» jugosa, variada y bella de la que podemos beneficiarnos todos, porque es la que es. Una España multicultural, hermosa y de color. Como decía Lole y Manuel en «Todo es de color»:

Señor de los espacios infinitos
tu que tienes la paz entre las manos
derrámala Señor te lo suplico
y enséñales a amar a mis hermanos*

Gracias. V.

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