Antes de escribir las sensaciones que me han invadido leyendo este libro, ha pasado un buen rato, mientras decidía qué era lo mejor que podía expresar. Decir que he pasado del susto y desconcierto a un estado de reflexión y paz como nunca antes he sentido. Por eso no tengo la menor duda que este libro se trata de un relato que no te deja indiferente, como mínimo. Recuerdo comentar con una amiga que me preguntaba acerca del argumento del libro y yo contestarte que estaba desconcertada, literalmente.
No son muchos los libros que me provocan sensaciones como este, una sensación como diría… de tambalear mis cimientos (Jorge Ramos lo sabe también muy bien). Así que a estas alturas, me veo en la necesidad de añadir otro título a la estantería de «Y, ¿ahora qué hago yo con esto? porque tendré que hacer algo ¿no?»
Ya conocía a Eloy Moreno anteriormente. Empecé a seguirle en las redes y tuve la suerte de disfrutar de «Cuentos para entender el mundo», del que también hice algún comentario en su día (https://blog.nfasys.net/?m=201510). Un libro enternecedor, de reflexiones para eso, para entender el mundo.
Este relato te remueve, te da un toque de atención. Te recuerda que es el lector el que lleva las riendas de su propia vida, no el sistema. Un sistema feo y desagradable que podemos dejar que nos afecte o no, recordándonos que tenemos que salir a la superficie a respirar.
Yo lo veo también, como un mensaje de autodeterminación. De vivir la vida intensamente, de no dejar nada de lado. Pero sobre todo, el mensaje que más siento, el que me llega a lo más hondo es aquel que habla del amor y la fraternidad, de resolución de errores y libertad. No soy persona religiosa, pero no hay frase más elocuente que aquella que dice «la verdad os hará libres».
Creo que es un libro que hay que leer, como mínimo por curiosidad, porque te lo haya recomendado tu vecino, tu amigo o Yo. Aunque en realidad da igual el motivo. Nada en la vida sucede por casualidad y con los libros sucede lo mismo, que llegan a ti por alguna razón. Yo sé que tenía que leerlo, porque ya en su día sufrí un crack particular y esta historia me venía como anillo al dedo.
Esta lectura te hace ser un poco mejor persona. Al menos así lo entiendo yo. En cuatro palabras lo resumiría como «Una oda al inconformismo».
Gracias Eloy, por estas historias tan bellas.
V.