La historia de tu vida, Ted Chiang

La historia de tu vida comprende 8 relatos que, narrados bajo el paraguas de la ciencia-ficción, describe una suerte de crónicas que incitan al lector a tejer una red de compresión mística y científica en un verdadero ejercicio mental de entendimiento.

Notas iniciales

Siendo, como soy, una lectora normal, de a pie, tirando a una cierta simplicidad e ignorancia, (que no mediocridad, no me da vergüenza admitirlo), reconozco que esta obra me ha supuesto un desafío, por lo que se refiere a la compresión de ciertos conceptos y planteamientos. ¿Para qué vamos a ostentar lo que no se es, siendo lo que se es como una verdad que nos hace realmente libres?

Una historia que refleja esto que digo se puede encontrar en las Analectas1 de Confucio que cuenta cómo Confucio no había visto nunca el mar. El cuento, más resumido que el original, sería algo así…

«En un caluroso día de verano, Confucio escuchó un ruido mientras iba en carro de viaje. Creyendo que era debido a una tormenta eléctrica en la montaña, pidió detenerse. Uno de los estudiantes que lo acompañaban dijo que este el sonido era el de las olas golpeando las rocas de la orilla al otro lado de la montaña. Confucio, con curiosidad, pidió ir a ver el mar, ya que nunca lo había visto.

Después de un rato, Confucio sintió sed, y en este momento, un pescador le ofreció agua limpia. Después de beber, Confucio dijo que el agua de mar le sabía deliciosa a lo que el pescador, sonriendo, dijo que el agua del mar era salada y amarga, dando a entender que era ignorante al no saberlo. El discípulo de Confucio recriminó al pescador por no saber quién era el famoso Confucio. Éste lo escuchó y, sintiéndose muy avergonzado, tras meditar un rato, dijo sinceramente a sus discípulos, que no debemos fingir entender. Si no sabemos algo, simplemente, no lo sabemos».

Antes de hablar de la novela en sí, quiero pararme un poco en un par de datos biográficos del autor. Ted Chiang, hijo de emigrantes chinos y estadounidense de nacimiento, estudió ciencias de la informática. Actualmente se dedica a escribir novelas de ciencia-ficción y manuales técnicos de software. Ha recibido varios premios por sus relatos como el Nébula2, Theodore Sturgeon Memorial3, Hugo4, BSFA5, Locus6 y Astounding7 entre otros. Después de saber ciertos detalles, me expliqué el porqué de algunas interpretaciones tan precisas y concretas.

Pero, claro, eso no lo es todo. Se tiene que tener ese «duende», esa inquietud que es la que te lleva a escribir cosas por los rincones. En algún sitio leí que se tiene madera de escritor por varias razones, una de ellas por acumular libretas por toda la casa con cosas varias escritas. ¿Eres tú una de esas personas?

Autor: Ted Chiang

El contenido

La Historia de tu Vida comprende 8 relatos: La Torre de Babilonia, Comprende, Dividido entre 0, Setenta y dos letras, La evolución de la Ciencia Humana, El Infierno es la ausencia de Dios, La Historia de tu Vida y ¿Te gusta lo que Ves?

La Torre de Babilonia nos traslada el relato de la construcción de una gran torre en Mesopotamia. Convertida en una ciudad en sí misma, cuyo propósito, llegar al mismo cielo, termina por establecer una conexión mística con la bóveda celeste, regalándonos un final extraordinario y espiritual.

En la gesta Comprende, conocemos a dos personas que llegan a ser tan inteligentes que se establece una suerte de competición entre ellos, rozando tintes de pugna entre dioses.

Dividido entre 0 nos cuenta que podemos dudar de la exactitud de las matemáticas y que, de hecho, se puede poner en tela de juicio algo tan preciso e inflexible.

La narración de Setenta y dos letras nos sumerge en un relato que ilustra como entre cábala y gólems se puede establecer una relación, perfectamente científica, que derive en un ser claramente autónomo y autosuficiente.

En La Evolución de la Ciencia Humana vemos como la propia ciencia queda relegada a simples hechos, puntuales y anecdóticos en un mundo de una suerte de metahumanos.

Vivir en una sociedad donde el odio a Dios es posible, y sucede de facto, en El Infierno es la Ausencia de Dios. Un mundo donde la existencia de Dios es real y sus ángeles son estrellas mediáticas.

¿Pueden los extraterrestres enseñar a la humanidad un lenguaje semasiográfico que desarrolle sus conciencias de forma atemporal?

Si tuvieras la opción de ignorar los cánones estéticos mediante una programación, ¿te dejarías programar? Tu persona se desarrollará académicamente sin obstáculos ni distracciones. Pero, ¿sacrificarías el disfrute del sentido de la propia belleza? Es para pensarlo.

Referencias e impresiones

Portada

Como saben, la película «La llegada» es una adaptación de La historia de tu vida, dirigida por Dennis Villeneuve. Confieso que vi la película antes de leerme la novela (la he visto varias veces, de hecho). Eso suele pasar. Y no he sentido la sensación que haya perdido valor el relato original, tanto es así que le añade más chicha, más sustancia que estudiar. Tampoco suelo ser yo de esas personas que se rasgan las vestiduras con las adaptaciones al cine de libros (por supuesto, hay excepciones sangrantes, pero es culpa del/la director/a). Para eso, ya están «esas personas». Como esas otras personas que no beben café y te miran raro porque tú te lo inyectarías en vena. ¿Nunca os han preguntado cuántos cafés tomáis al día?

Imagen de «La llegada».

Son muchas las cuestiones para pensar y debatir. Por ejemplo, se me ocurre en este momento el hecho de la longitud de los relatos. Si fuesen más extensos, igual nos explotaría la cabeza. Y, aún así, ha dado para llevar al cine uno de ellos. Como dije al principio, esta lectura requiere un ejercicio de comprensión que va más allá de resolver una sencilla ecuación, cuya ejecución es muy concreta. Para este ejercicio no basta un proceso específico, hay que echar mano de imaginación y otro poco de abstracción. Para conectarse con la lectura tenemos que valernos de una suerte de misticismo llámese filosófico y/o pagano si me dejan. Y a eso le añadimos un poco de argamasa científica, perfectamente estructurada. Algo que, por otra parte, evoca los relatos de Asimov.

Por supuesto, me quedo corta. Pero eso no quita que en algunos pasajes sintiera cierto tedio. Aunque luego, cuando lo piensas, llegas a la conclusión que merece la pena ralentizar el time line si bien la dicha es buena y si te arrimas a un buen libro, buen argumento te cobija. En fin, que me lío con el refranero y yo no soy muy buena con los refranes y las citas. Para eso ya están los que, de verdad, sabían lo que decían…

«Necesitamos libros que nos afecten como un desastre, que nos entristezcan profundamente, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, como ser desterrados a un bosque alejado de todo, como un suicidio. Un libro debe ser como el hacha que rompe el mar helado que habita dentro de nosotros. Eso es lo que creo». 

Franz Kafka

Ya poco me queda añadir, salvo el hecho de que somos seres maravillosos (menos los que no toman café) y cómo decía Carl Sagan «Somos polvo de estrellas». Aprovechemos ésta, nuestra existencia terrenal, porque hemos sido tocados por una suerte de varita de un ser superior llamado evolución, que pensó que merecía la pena probar. Pues probemos…

V.

Notas:

  1. Analectas de Confucio: En chino Lún Yŭ «discusión sobre el significado de las palabras», son una serie de charlas que Confucio dio a sus discípulos, y las discusiones que mantuvieron entre ellos.
  2. Premio Nébula de Novela: Se otorga anualmente, desde 1965, por la Asociación de Escritores de Ciencia Ficción y Fantasía de América (SFWA) a la mejor novela publicada el año anterior al del fallo del jurado. El premio es una estatuilla conmemorativa.
  3. Theodore Sturgeon Memorial: Otorgado por el Centro para el Estudio de la Ciencia Ficción de la Universidad de Kansas al relato de ciencia-ficción publicado en el año anterior. Nombrado así en homenaje a a Theodore Sturgeon (autor de la Edad de Oro de la ciencia-ficción). El primer premio fue establecido en 1987 .
  4. Premios Hugo:  Galardones otorgados anualmente a las mejores obras de ciencia-ficción/fantasía publicadas el año anterior. Nombrados así por el fundador de la revista Amazing Stories e inventor del término ciencia ficción, Hugo Gernsback. 
  5. Premios BSFA son premios anuales con origen en 1970 por la Asociación Británica de Ciencia Ficción para premiar obras en este género.
  6. Premios Locus: Premios otorgados cada año, desde 1971, por la revista estadounidense Locus Magazine a aquellas obras destacadas de ciencia ficción, fantásticas y de terror.
  7. Astounding: Premio al mejor escritor novel de ciencia ficción o fantasía. Desde 1973, es otorgado por el comité de la Sociedad mundial de ciencia ficción en la ceremonia Worldcon.

Fuentes de imágenes:

  • Ted Chiang: Boyle, A. (2020, November 8). Science-fiction master Ted Chiang explores the rights and wrongs of AI. GeekWire. https://www.geekwire.com/2020/sci-fi-master-ted-chiang-explores-rights-wrongs-artificial-intelligence/
  • La Historia de tu vida (portada): Noragueda, C. (2016, November 25). El estupendo libro de relatos que hay tras “La llegada.” Hipertextual. https://hipertextual.com/2016/11/la-historia-de-tu-vida-ted-chiang
  • La llegada: Literatura, C. y. (2022, May 18). [Crítica] “La llegada”: La luz del lenguaje en la noche de los tiempos. Cine y Literatura. https://www.cineyliteratura.cl/critica-la-llegada-la-luz-del-lenguaje-en-la-noche-de-los-tiempos/
  • Imagen destacada: Ted Chiang – La historia de tu vida. (n.d.). Resibooks.com. Retrieved January 3, 2023, from https://www.resibooks.com/2020/05/ted-chiang-la-historia-de-tu-vida.html

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Florentino Pérez, El poder del palco de Fonsi Loaiza

Todo el mundo sabe quién es Florentino Pérez y todo el mundo sabe qué quiere decir «el poder del palco». Y si no saben quién es el señor Pérez, seguro que lo han visto alguna vez, pero solo de pasada, en la retransmisión de algún partido de fútbol en el que compitiera el Real Madrid, necesariamente. Es ese personaje que nunca pierde los papeles, ni se pone nervioso y, siempre está con el mismo semblante, sin expresión. La primera impresión de su representación humana, sería la de «ni chicha ni limoná». Pero este elemento, realmente, es algo más…

¿Les ha pasado alguna vez que han tenido unas ganas rabiosas de tener un libro? Pues claro, ¡qué tontería! Yo, en mi caso, al no poder tenerlo físicamente, lo tuve que comprar en formato digital. A ver, que no es el primero que he comprado en este formato, pero de los que me puedo permitir. Pero ¿gastarme más de 8€? ¿estamos locos o qué? En la vida. Es la primera vez que hago semejante barbaridad. Y es que, me apetecía de verdad leer algo relacionado con los entresijos del poder económico made in Spain.

Portada del libro Florentino Pérez, El poder del palco

Hace tiempo que dejé atrás aquellos relatos de Rafael Torres que contaban las atrocidades cometidas por poderosas empresas españolas y que daban título a algunos de sus trabajos como «Los esclavos de Franco» o «Desaparecidos de la Guerra 1936-?». Hay muchos títulos y muchos autores que se dedican mantener viva la memoria y a destapar estas barbaridades, también. Hablamos de historia de España. Solo hay que leerlos para saber. El material está ahí. Yo solo dejé correr la rabia contenida. Y, claro, de aquellos barros, estos lodos…

El poder del palco nos muestra el relato, sobradamente conocido, de un personaje que se mueve por mundos oscuros y bajo cánones de dudosa naturaleza, similares a los de la camorra italiana (exceptuando, claro, la parte de hacer desaparecer al personal, de forma indefinida. Él lo hace, pero de otra forma, más sutil). Un sujeto, como tantos otros, que viene de aquellos tiempos pretéritos a los que, muchos de estos mafiosillos, desearían volver para campar a sus anchas. ¡Ah, pero si ya lo hacen! Y es que nos vendieron tanto, tantísimo lo modélico de la transición española, que terminamos por creérnoslo.

Verdaderamente, la figura de este sujeto, no inspira nada bueno, por mucho que se empeñen en los aledaños del Ibex35. Según la Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Florentino_P%C3%A9rez), el sujeto, en cuestión, nació en 1947 (un año menor que mi madre, que le da 3.000 vueltas como persona), tiene una peculiaridad y es que no le gusta ser fotografiado en la zona superior de su cabeza, donde tiene una calva. No tiene que ir a hacerse injertos de pelo, porque él ordena y los demás achantan la cabeza, eso que se ahorra para su jubilación. Este elemento que, algunos dirían hecho a sí mismo (nótese el sarcasmo), además de empresario, es ingeniero civil, dirigente deportivo y ex-político, de los malos, pero ex-político.

Como el propio autor cuenta en el libro, sus tentáculos llegan tan lejos que hasta un insignificante pie de foto de un periódico, le molesta. Y, por supuesto, llama para que lo cambien. No copa los primeros planos, él prefiere reptar en calentito y en su palco, de forma sibilina, que le da más caché. Este personaje mediocre, políticamente hablando, ha conseguido adueñarse de ese mundo opaco de los bajos fondos, carente de valores éticos y morales, y ausencia total de decencia. Como diría mi madre, «ni la conoce, ni la ha conocido nunca».

A este personaje no le tiembla la mano a la hora de despedir a trabajadores de sus empresas. Como es, por ejemplo, el caso de Clece, que denunciaron falta de material en una residencia de ancianos y fuera. Asimismo, tampoco le ha temblado la mano en decretar ERES después de finalizar el proceso temporal de aquellos ERTES por los que ha recibido sus buenos dineritos en ayudas de papá estado. Ha sido regado con tanto dinero del estado que me da hasta vergüenza escribirlo. Es, simplemente, indecente y asqueroso. Por eso lo de «socializar pérdidas y privatizar beneficios».

Es evidente mi animadversión hacia este sujeto, al que no puedo, ni quiero llamar persona, porque ser persona implicaría tener unos mínimos que él no tiene. No solo hay que ser, sino parecer. Él, ni siquiera, parece. Pero esto no significa que solo sienta rechazo por este sujeto, siento rechazo por todos estos ladrones «legalizados» por sucesivos gobiernos que nos vienen saqueando, atracando, esquilmando y desvalijando, que es aún más triste.

¿Qué le voy a hacer? Si no me gusta que me roben, es una manía que tengo. Como tampoco me gusta todo lo que viene del franquismo, porque huele a rancio y a alcanfor.

Buscando por ahí, encontré el curriculum de Fonsi Loaiza. Es Licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, Máster en Periodismo Deportivo y Máster en Comunicación Social por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, está Doctorado en Medios, Comunicación y Cultura, también, por la Universidad Autónoma de Barcelona. Además de esta publicación, es el autor de «Siempre saltando vallas. Deporte femenino y medios de comunicación». Trabaja de articulista para varios medios de comunicación digitales y es contertulio en TV y radio.

El autor, ahí, tan contento. Como tiene que ser.

Desde que publicó este libro, no hay alma y medio (sí, se me ocurren algunos) que no quiera tenerlo en su programa. Es muy activo en RRSS donde él mismo se define como «picapedrero de la información» y sus hilos en Twitter suelen ser afilados, precisos y, sobradamente, realistas. Como sabréis, Manuel Rico lleva, si llevo bien las cuentas, 905 días compartiendo el mismo hilo de Twitter en el que denuncia las muertes de los ancianos en las residencias de ancianos de Madrid y, desde entonces, muchos compartimos su hilo, como algo de obligado cumplimiento moral. Con Fonsi Loaiza está pasando algo similar. Hilo que comparte, hilo que es retwitteado, citado y compartido.

Cuando andaba en secundaria odiaba sobremanera a Kant, pero no tanto por él mismo, sino por el profesor de filosofía, tan desagradable, que tenía. Nunca llegó a mí, nunca se interesó por intentarlo siquiera, simplemente, era invisible para él. Y, sin embargo, hoy comparto esta cita. Dedicado a aquellos que hemos conseguido ser dignos de ser felices.

«La moral es la ciencia que enseña, no cómo hemos de ser felices, sino cómo hemos de llegar a ser dignos de la felicidad»

Immanuel Kant

Fotos:

Foto del post extraída de: Loaiza, F. [FonsiLoaiza]. (2022, February 17). Hoy se está hablando del espionaje en los contratos de Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Uno de los grandes favorecidos ha sido el presidente del Real Madrid con todo tipo de adjudicaciones. Lo cuento en “Florentino Pérez, el poder del palco”, que ya está en preventa. pic.twitter.com/9ibvt3iunz. Twitter. https://twitter.com/

Foto del autor extraída de: Fraguas, Á. (26 DE JULIO DE 2022). “Manda más el palco de Florentino Pérez que el Congreso.” Diariodeleon.Es. https://www.diariodeleon.es/articulo/deportes/manda-mas-palco-florentino-perez-que-congreso-diputados/202207262048122243471.html

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El retrato de Dorian Gray por Oscar Wilde

¿Qué dirían si pudieran permanecer eternamente jóvenes? ¿Acaso no es eso lo que intentamos todos los días de nuestra terrenal vida? ¿Somos lo suficiente vanidosos y narcisistas como para afrontar la idea que este tipo de «contrato virtual y/o espiritual» tiene un coste? ¿Cuánto estaríamos dispuestos a soportar? ¿Qué estaríamos dispuestos a sacrificar? Y, lo más importante, ¿Estaríamos dispuestos a cargar el coste con todas sus consecuencias? Si no tienen ninguna dificultad y/o contradicción personal con estas cuestiones, entonces tienen todo el perfil del protagonista de esta historia.

El autor

Oscar Wilde, nacido con el nombre de Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde, nació en Westland Row, Dublín, Irlanda el 16 de octubre de 1854. Mediano de 3 hermanos 1, fue educado en casa hasta la edad de 9 años. Estudió en la Portora Royal School de Euniskillen, tiempo en el que perdió a su hermana 2. Posteriormente, en el Trinity College de Dublín y, más tarde, en el Magdalen College, de Oxford, gracias a una beca y donde fue premiado con varios premios de poesía clásica como el Newdigate, un prestigioso premio de la época. Fue en el Trinity College donde su tutor, John Pentland Mahaffy 3, despertó su interés por la literatura griega y donde, además, ganó la medalla de oro de Berkley. Durante sus estudios universitarios se sabe que viajó a Italia y Grecia, además de compaginar la escritura para varios periódicos y revistas.

Oscar Wilde
Oscar Wilde

Tras graduarse, vuelve a Dublín y conoce a Florence Balcombe 4 de la que se enamora. Pero, como esa relación no termina de forma fructífera, toma la decisión de establecerse en Londres. Allí conocerá a Contance Lloyd con la que se casará y tendrá dos hijos. Durante este tiempo, Wilde, producirá gran parte de su vasta obra 5, además de editar la revista femenina Woman’s World. Asimismo, Wilde, que se había convertido en un personaje importante, daría varias conferencias en Estados Unidos sobre el esteticismo.

Escritor, poeta y dramaturgo, fue un autor al que le influenciaron los clásicos griegos y escritores, y tutores, como Walter Pater y John Ruskin le introdujeron y guiaron en la Filosofía estética. Parafraseando a lamenteesmaravillosa.com, «El esteticismo o filosofía estética consistió en un movimiento artístico nacido para oponerse a la moral rígida de la época victoriana, cuyo ideal promulgaba vivir como si toda su vida fuese una obra de arte, llevar el estandarte de la belleza y hacerlo intensamente. Siendo una filosofía que se revelaba contra el materialismo, fealdad, e industrialismo victoriano, ha sido, y fue, un movimiento que instaló la idea del retorno a lo artesanal sea cual fuere su creación artística. Y, así es, como nuestro autor fue uno de los mayores representantes del esteticismo literario».

Hoy en día, seguimos viendo este movimiento en mayor o menor medida. Pero me da la impresión que muchos seguidores de este movimiento lo han tergiversado haciéndolo ser o parecer elitista y un tanto detestable. He de decir que conozco a varias personas que profesan algo parecido, simplificándolo a cuestiones materiales o de «experiencias vip» que sean fáciles de trasladar a las RRSS. Porque de lo que no se habla o no puede verse en Instagram, no existe, lo cual no nos hace buenas personas necesariamente, más bien guays compiyoguis chachipirulis. De hecho, por lo que a mí respecta, prefiero que este tipo de gente no esté en mi vida y en eso, ando bastante ajetreada.

Oscar Wilde
Oscar Wilde

Física y estéticamente hablando, Wilde fue un hombre fuera de su época, una rara avis. Se opuso a los cánones deportivos masculinos, se dejó el pelo largo y decoraba su habitación de estudiante con plumas de pavo real y flores como los girasoles. Esto le valió varias mofas y caricaturas en la prensa estadounidense (como no…). Pero lejos de amilanarse, su popularidad creció. Pero, ésta empezó a decaer cuando el marqués de Queensberry le envió una carta en la que le acusaba de homosexual, por la relación que, sospechaba, tenía con su hijo Lord Alfred Douglas. La decadencia se la habían comenzado 6.

La sociedad británica, esa de rancio abolengo, no toleró a una persona como Wilde con gustos extravagantes y «relaciones» un tanto ambiguas. Él se mantuvo fiel a sí mismo y, en la soledad de la prisión parece ser que comprendió que debía mantenerse fiel a su filosofía, ya que rehuyó de la relación que mantenía con Lord Alfred Douglas al que le tildó de distracción de su arte y destrucción de su intelecto.

“Voy a empezar diciéndote que me culpo terriblemente. Aquí sentado en esta celda oscura, vestido de presidiario, infamado y hundido, me culpo. En la noches de angustia perturbadas y febriles, en los días de dolor largos y monótonos, es a mí a quien culpo. Me culpo por dejar que una amistad no intelectual, una amistad cuyo objetivo primario no era la creación y contemplación de cosas bellas, dominara enteramente mi vida.”

De profundis, O. Wilde (1905)

Sin embargo, al salir de prisión volvió con él y se trasladaron a París, hasta que el dinero amenazó con dejar de llegar y, entonces, se murió el amor7. Oscar Wilde Murió en París como Sebastián Melmoth debido a las complicaciones de una afección mal curada y que le provocó una meningitis. Pero no murió en la más estricta soledad económica y personal, ya que siempre estuvo rodeado de un pequeño círculo de amistades que le ayudaron hasta el final.

Wilde era una persona muy aguda y ácida en sus sentencias. Aquí les pongo algunas que están rabiosamente de actualidad…

«No hay necesidad de separar al monarca de la mafia: toda autoridad es igualmente mala».

«¿Qué es un cínico? Es un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada».

«Cada vez que la gente está de acuerdo conmigo siento que me estoy equivocando».

«Aconsejar de economía a los pobres es como aconsejar comer menos a un hambriento».

«La sociedad nunca perdona al soñador. Sí al criminal».

Consideraciones previas

El mito de Fausto bien podría ser el preámbulo que introdujera la novela de El retrato de Dorian Gray. O viceversa. Y la historia de Dorian Gray bien podría ser la moraleja del mito de Fausto. Y es que la leyenda clásica alemana por excelencia no podría ser la mejor expresión para esta tragedia.

Parafraseando a José Miguel García de Fórmica-Corsi en la manodelextranjero.com, «Fausto accede a vender su alma a Mefistófeles, a cambio de sabiduría, juventud y de la más alta revelación. Pero como todo mito que se precie, el protagonista acaba por simplificarlo todo al ansia de poder, de ostentar y de ser divino para elevarse por encima de los simples mortales».

La historia nos traslada la inquietud desmedida por permanecer joven y bello, lo que nos hace reflexionar sobre lo estético y el arte. Como Fausto, una de las claves principales de la historia, gira en torno al narcisismo. Un narcisismo enfermizo que aboca al protagonista a hacer cualquier cosa para mantenerse joven, incluso vender su alma.

Una suerte de catarsis entre un hedonismo exacerbado y la moral imperantes de la época que primaban la decencia y el decoro que, casi siempre, sometía a la exigente sociedad británica, frente al esteticismo que ensalzaba la armonía, el arte y la belleza, cualquiera que fuera su expresión. Una sociedad saturada de hipocresía a la que Wilde solía dejar en evidencia en sus escritos.

Además de reflejar su crítica a la sociedad, Wilde supo plasmar la vanidad o aquellos comportamientos que se oponían a las normas establecidas y cuyas convenciones sociales llamaron en más de una ocasión «locura, desequilibrios mentales o delirios», que no cuadraban con el uso habitual del razonamiento estándar.

La historia

El argumento gira en torno a Dorian Gray, un joven que vuelve a la ciudad después de pasar unos años en el campo y, tras el fallecimiento de su abuelo. Dorian posee esa inocente juventud que tiene todo por descubrir, sin experiencia, fácilmente moldeable (una cuestión que Basil recriminará a Lord Henry en alguna ocasión, al notar que Henry iba esculpiendo a Dorian a su antojo). Dorian necesita ser conocido y aceptado en un círculo de amistades, así que Basil Hallward y Lord Henry Wotton lo introducen en las costumbres de la sociedad.

Primera edición revista Lippincot’s

Lord Henry, seguidor acérrimo del hedonismo, empieza a esbozar pinceladas relacionadas con este movimiento a sabiendas que acaba de ganarse un admirador. Dorian no puede ocultar la admiración que profesa por todo lo que dice su nuevo amigo. Este sentimiento se materializa cuando Basil le hace un retrato.

«Lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos»

Lord Henry Wotton

Según expresaría el propio Basil, «He puesto en él demasiado de mí mismo» sintiendo que era imposible exponer el cuadro, a pesar que Lord Henry le había aconsejado lo contrario.

«Es tu mejor obra, Basil, lo mejor que has hecho. No dejes de mandarla el año que viene a la galería Grosvenor. La academia es demasiado grande y demasiado vulgar. Cada vez que voy allí, o hay tanta gente que no puedo ver los cuadros, lo que es horrible, o hay tantos cuadros que no puedo ver a la gente, lo que todavía es peor».

Lord Henry Wotton

Mientras posa para el retrato, Dorian se empapa de los valores que transmite Henry a la par que habla con Basil, haciendo ver a Dorian de lo efímero de la juventud. Por eso, al ver el retrato terminado expresa su frustración cuando se da cuenta que el cuadro permanecerá íntegro e inalterado y él envejecerá.

«¡Qué triste resulta!-murmuró Dorian Gray, con los ojos todavía fijos en el retrato-. Me haré viejo, horrible, espantoso. Pero este cuadro siempre será joven. Nunca dejará atrás este día de junio… ¡Si fuese al revés! ¡Si yo me conservase siempre joven y el retrato envejeciera! Daría…, ¡daría cualquier cosa por eso! ¡Daría el alma! (…). Lord Henry Wotton tiene razón. La juventud es lo único que merece la pena. Cuando descubra que envejezco, me mataré».

Dorian Gray

En sus salidas nocturnas, Dorian conoce a una bella actriz de teatro de la que se enamora, pero al invitar a Basil y Henry a verla actuar en una de las obras, Sibyl Vane les ofrece una pobre actuación, carente de profesionalidad y sentimientos. Cuando él va a verla al camerino, ella le explica que ha sido su amor por él el que le ha impedido representar personajes artificiales. El mito de su actriz amada muere para Dorian aquella noche y acaba la relación. Al no soportar la idea de estar sin él, Sibyl Vane decide suicidarse ingiriendo un veneno.

«Has matado a mi amor. Solías despertar mi imaginación. Ahora ni siquiera despiertas mi curiosidad, simplemente no produces ningún efecto. Te amaba porque eras maravillosa, porque tenías genio e inteligencia, porque hacías realidad los sueños de los grandes poetas y dabas forma y sustancia a las sombras del arte. Y has tirado todo eso a la basura. (…).

Ahora ya no significas nada para mi. Nunca volveré a verte»​

Dorian Gray

Al volver a casa, Dorian percibe algo distinto en el cuadro, una leve mueca de crueldad. Entonces, sospechando que su deseo podría haberse hecho realidad, decide esconder el retrato en el sótano, donde solo él tiene acceso.

Cuando Basil decide que quiere exponer el cuadro, se lo reclama a Dorian, éste se niega y le explica que es imposible. Finalmente, se sincera con él y le muestra la razón de por qué no puede exponerlo. Basil le recrimina su comportamiento y sus pecados y en un arranque de ira, Dorian le asesina.

Para ocultar lo sucedido, implica a su antiguo amigo Alan Campbell, bajo amenaza de desvelar algún oscuro secreto, que le ayuda a deshacerse del cuerpo. Alan terminará por suicidarse, al no poder afrontar lo sucedido.

Así y con todo, Dorian acentúa la espiral de degradación moral que se ve reflejada en el cuadro. «El príncipe encantador» como le llamaba Sibyl, sigue permaneciendo joven y bello por fuera, pero angustiado por dentro.

Han pasado los años y Dorian desea cambiar, se ha enamorado de una joven campesina, Hetty Merton, con la quiere rehacer su vida y en un intento desesperado por acabar con su tormento, atraviesa el cuadro con el mismo puñal con el que asesinó a Basil. Al día siguiente, los sirvientes de la mansión encuentran el cuadro intacto y un cadáver envejecido con un puñal clavado en el corazón, a sus pies.

Reflejos

Es posible que esta novela la leyeran hace décadas, y quieran volver a leerlo. Háganlo. Si no, háganlo, también. Seguramente es un libro recomendado hasta la saciedad, pero es que su fama lo merece. Y, aunque el argumento es sobradamente conocido, para nota un botón en el apartado anterior, siempre se encuentra éste o aquel detalle al que puede que veamos desde otra perspectiva.

Su fama, también, se debe a las adaptaciones a la gran pantalla. Yo, personalmente, recomiendo la versión de 2009 de Oliver Parker, que estoy casi segura le hubiera gustado a Wilde con los cambios del director y giros de guion, a pesar de los aspirantes a críticos de cine, a los que Wilde hubiera puesto más que finos con su particular y agudo ingenio.

Película, Oliver Parker, 2009

Actualmente, como mencionaba anteriormente, existen muchos/as Dorian Grays. No hasta el límite de esta historia de ficción, que se sepa, claro. Pero, por desgracia vivimos en una sociedad que prima la belleza hasta límites tan crueles que, de lo contrario no entras en ella. Y sabemos, sobradamente, que este crueldad se ha llevado demasiadas vidas por delante.

Si tus medidas, el color de tu piel, tu pelo y, por supuesto, tu peso, no son estándares, mal. Estamos inmersos en la sociedad de la imagen, que no arte, son cosas distintas. Asociamos una imagen bella a tonterías varias y, casi siempre, las más afectadas son las mujeres. Pero ellos, «haberlos haylos, también, como las meigas».

Como en la sociedad inglesa victoriana, por estos lares la hipocresía campa a sus anchas por los campos de Castilla y aledaños. Y a las grandes corporaciones y a sus campañas publicitarias, manchadas de verdaderos pecados, tenemos que darles gracias infinitas por el afán que ponen en perpetuar valores falsos y carentes de sentido.

Vivan todo lo bien que puedan, y si puede ser sin molestar a los demás, mejor. Y cuídense, física y mentalmente. Póngale un poquito de solidaridad y aparquen el egoísmo para cuando estén en su más absoluta soledad. Y, acuérdense de aquellas personas que alguna vez sintieron que ustedes significaban algo y se lo demostraron. Háganlo, porque de lo contrario, sus almas se desvanecerán en el infinito y nunca quedarán plasmadas en cuadros mágicos, ni siquiera en recuerdos ajenos.

Gracias. V.

Notas:

1: Familia – Su padre, sir William Wilde, era cirujano especialista otólogo, además de oftalmólogo; la madre, Jane Frances Agnes Elgee, poetisa, solía utilizar el seudónimo de Speranza; su hermano mayor, Willie Wilde, trabajó de periodista para el Punch, Vanity Fair, y editorialista para el The Daily Telegraph; y su hermana menor, Isola Francesca (1857-1867).​

2: Wilde escribiría el poema «Requiescat» (1875) dedicado a su hermana que falleció debido a una meningitis y lo incluiría en la primera antología «Poems» (1881).

3: Wilde se refería a su tutor como «primer y mejor profesor», mientras que éste hizo lo propio refiriéndose al autor diciendo haber esculpido su personalidad, aunque más tarde lo calificaría como «la única mancha de mi tutela».

4: Oscar Wilde se enamoró de Florence Balcombe, pero éste no fue correspondido y Florence terminó por casarse con Bram Stoker.

5: En su obra destacan cuentos como El príncipe feliz y otros cuentos o El crimen de Lord Arthur Savile y otras historias; Obras de teatro como El abanico de Lady Windermere o Salomé; Poemas como La balada de la cárcel de Reading o La esfinge; Novelas como De profundis o Teleny.

6: Wilde, mal aconsejado por Lord Alfred Douglas, denunció al marqués de Queensberry por difamación y perdió el juicio. Además, fue enjuiciado, de nuevo por sodomía y grave indecencia, siendo condenado a dos años de trabajos forzados, lo que se llamó a ser una sentencia ejemplarizante. En la cárcel escribiría De profundis y La balada de la cárcel de Reading.

7: Lord Alfred Douglas estaba considerado como un ferviente racista. Está claro que una de las más importantes razones de Lord Alfred Douglas por estar con Wilde eran el dinero y el tren de vida. De hecho se sabe que se casó con Olive Eleanor Custance tras la relación con Wilde. Y aunque, más tarde, renegó de varios pensamientos, se convirtió al catolicismo más conservador. Todo un dandi… La mujer de Wilde, Contance Lloyd, le quitaría el apellido a los hijos, a pesar que éste continuó enviando dinero. Paradójicamente no se divorciaría nunca de él.

Fuentes biografía:

  • Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Oscar Wilde». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/w/wilde.htm [fecha de acceso: 5 de agosto de 2022].
  • Oscar Wilde. (s/f). Lecturalia. Recuperado el 5 de agosto de 2022, de https://www.lecturalia.com/autor/5234/oscar-wilde
  • Wikipedia contributors. (s/f). Oscar Wilde. Wikipedia, The Free Encyclopedia. https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Oscar_Wilde&oldid=144720256
  • Biografía de Oscar Wilde. (n.d.). Elresumen.com. Retrieved August 7, 2022, from https://www.elresumen.com/biografias/oscar_wilde.htm

Fuentes sinopsis:

  • Wikipedia contributors. (n.d.-a). El retrato de Dorian Gray. Wikipedia, The Free Encyclopedia. https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=El_retrato_de_Dorian_Gray&oldid=143943009
  • Imaginario, A. (2017, March 8). El retrato de Dorian Gray: resumen, personajes y análisis. Cultura Genial. https://www.culturagenial.com/es/el-retrato-de-dorian-gray-de-oscar-wilde/
  • Org, O. W.-H. (n.d.). El retrato de Dorian Gray. Https://biblioteca.org.Ar/Libros/130156.Pdf. Retrieved August 7, 2022, from https://biblioteca.org.ar/libros/130156.pdf

Citas extraídas de:

  • Haykal, ​izzat. (2017, June 14). ​Las 110 mejores frases de Oscar Wilde. Psicologiaymente.com. https://psicologiaymente.com/reflexiones/frases-oscar-wilde
  • ICON. (2019, October 16). 33 frases de Oscar Wilde que siguen sonando rabiosamente modernas 165 años después. Ediciones EL PAÍS S.L. https://elpais.com/elpais/2019/10/16/icon/1571222688_260022.html

Imágenes:

  • Oscar Wilde: citas y frases – AlohaCriticón. (2020, July 22). AlohaCriticón. https://www.alohacriticon.com/literatura/citas-frases/oscar-wilde-frases/
  • Sáliche, L. (2017, December 1). Cómo fue el final de la vida de Oscar Wilde. infobae. https://www.infobae.com/america/cultura-america/2017/11/30/como-fue-el-final-de-la-vida-de-oscar-wilde/
  • Wikipedia contributors. (n.d.-a). El retrato de Dorian Gray. Wikipedia, The Free Encyclopedia. https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=El_retrato_de_Dorian_Gray&oldid=143943009
  • El retrato de Dorian Gray » Premios Goya 2022. (n.d.). Premiosgoya.com. Retrieved August 8, 2022, from https://www.premiosgoya.com/pelicula/el-retrato-de-dorian-gray/

Persuasión, Jane Austen

Una vez soñé una de esas historias de amor, de esas de las que se dicen que son las más bonitas y que jamás han sido contadas. Entonces desperté y recordé que yo era la protagonista de una de ellas…

Persuasión es una historia de segundas oportunidades. Es una historia que trata de segundas partes forzadas por la imposición elitista y familiar de la época georgiana. Es una historia hermosa donde las haya, en la que el amor despliega la lealtad y la calma, como mejores versiones de la virtud de la paciencia en su máxima expresión.

Jane Austen

Persuasión fue publicada en el año 1818 de forma póstuma, al ser el último libro que la autora escribió antes de fallecer en 1817. Nacida en Hampshire en 1775, Jane Austen refleja a la perfección las relaciones sociales, la cultura y la educación, no solo en sentido general, sino de la mujer en la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX.

Siendo una novela que algunos consideran como conservadora y llena de tópicos, en un momento en el que la producción del género de la novela aumentaba de forma exponencial, no deja de ser una manifestación artística de una de las autoras que rompieron barreras como tantas otras de la época con su estilo propio repleto de ironías. Podría tratar este tema más adelante, porque es harto interesante. No estoy segura, pero creo que podría estudiarlo.

Y adentrándonos en la historia en sí, la autora nos habla del devenir de la familia Elliot en la que Anne, la mediana de tres hermanas, está en la posición de la más sensata por derecho propio. Por su parte, Sr Walter Elliot, el padre, encarna al actor vanidoso y con aires de grandeza que no ve con buenos ojos que la más responsable de sus hijas se case con un joven militar de futuro incierto. Para él, no solo la posición y el prestigio son esenciales, sino el porte y la belleza. Es por eso que su empeño por romper esa relación le lleva a él y amigos de la familia a convencerla para rechazar la propuesta de matrimonio.

Cubierta del libro-Ed. Debolsillo.

Anne no se toma esto como una afrenta insalvable, sino que continúa con su vida adaptándose al momento y valorando cada instante. Es una persona curiosa por naturaleza y tiene considerables inquietudes culturales, adora la lectura por encima de una vida superflua. Es experta, sobre todo, en conciliar y apaciguar ambientes enrarecidos, para lo que es solicitada en más de una ocasión.

El destino caprichoso quiere que el pasado vuelva a ella con una fuerza solapada que grita en la lejanía y que crece conforme avanzamos en la historia. Es el albur que late lentamente y va madurando y vive. Así es como se gestan algunas grandes historias de amor, pausadamente, en silencio, pero sin perder la conexión emocional que une dos almas de forma atemporal. Un suerte de «hilo rojo» que establece la conexión entre dos personas que nacieron para amarse de forma incondicional.

«Si hay una facultad de nuestra naturaleza que puede considerarse maravillosa, es la memoria«.

Jane Austen

En el camino a la felicidad, Anne vive varias experiencias que la moldean como lo que ella es en su verdadera esencia. No representa los valores de su familia, porque ella tiene los suyos propios, siendo una rara avis que hace estela cuando pasa. Como decía mi padre «Hace raya» o «Es finica» (sus cosas).

Yo tengo mi propia historia de segundas oportunidades, por eso no me puedo sentir más identificada con esta novela. Ante aquellos agoreros «semi-profesionales» que van de psicólogos «modernos» que decían que segundas partes nunca fueron buenas (mi amiga Silvina sabe quiénes son), decirles que ya lo contó una tal Jane Austen. Una autora que no tenía fama de ser simple, precisamente. Yo, también, tuve que ir contra corriente en un momento de mi vida, porque nadie quería que ocupara mi lugar y no me refiero al lugar de Anne. Anne tenía el suyo, fue Frederick Wentworth quien tuvo que recuperar aquello por lo que fue repudiado, como una servidora.

En fin, sea como fuere, todas las personas tienen que poder tener el derecho a tener una segunda oportunidad. Y todas las personas tienen que poder tener el derecho a construir su propia historia de amor. Porque el amor es necesario, da sentido a la vida misma.

«Conoce tu propia felicidad. No desea nada más que paciencia, o darle un nombre más fascinante, llámalo esperanza».

Jane Austen

Una novela imprescindible, como muchas de la época. Por eso, seguiremos en la brecha.

V.

  • Imagen de Jane Austen extraída de https://www.austenheritage.com/.
  • Imagen del libro extraída de https://www.amazon.com/.
  • Citas extraídas de https://www.europapress.es/ y https://www.psicoactiva.com/.
  • Imagen destacada extraída de https://www.britain-magazine.com/features/a-tour-of-jane-austens-hampshire/.

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Karma, maldito karma.

Por más vueltas que quieras dar para sortear una inconveniente circunstancia concreta, no podrás hacer nada ante el mismo tiempo que termina por tocar a tu puerta.

El karma

Según la web significados.com «Karma significa acción o energía trascendente que se deriva de los actos, palabras y pensamientos de las personas.

Asimismo, recordando la ley de acción y reacción física de Newton que dice ´«Si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), este reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción), podemos entender que todo lo que hacemos, bueno o malo, nos viene de vuelta de forma positiva o negativa.

Entre aquellos que hablamos, muchas veces, que el tiempo nos pone a todos en nuestro sitio y que las personas dan de sí lo que tienen que dar, también hablamos de un concepto muy bien avenido que, además, suena bonito al pronunciar. Es el de «justicia poética». Parafraseando a Rosario López Durán que escribía esto en la Revista de la Escuela de Derecho de la Universidad Latina, México, allá por el año 2000, «(…) la justicia poética es una variación de la justicia divina, cuya naturaleza y voluntad va más allá de la comprensión de la razón humana, de la ciencia y de una filosofía positivista o materialista».

La justicia poética, divina, el karma o las leyes físicas son conceptos que pululan por el aire que respiramos y de los que no podemos prescindir. Así lo vivimos y así lo experimenta nuestro protagonista.

Los hilos que tejen las costuras de las vidas…

Karma hindú

Aquella noche tenía tanto trabajo que no me di cuenta de la hora. Eran las 3 de la mañana y aún estaba aporreando las teclas del portátil. Me quedé absorto por un momento para, casi inmediatamente, volver a lo mío. Sabía perfectamente que me quedaban otras 2 horas como mínimo.

Sentí que me tocaban en el hombro, pero estaba tan concentrado en terminar que no le di importancia. A veces el cuerpo siente cosas por simples contracciones o calambres musculares, tantas horas sentado es normal. Al cabo de un rato, media hora más o menos, sentí, de nuevo, lo mismo. Y me giré para mirar instintivamente, como el que va a hablar con alguien que te llama desde la distancia corta.

Me puse, ciertamente, en alerta pero era algo más bien sutil que sentido plenamente. Así que retorné al trabajo para acabar y enviarlo lo antes posible. Sin embargo, a los pocos minutos ocurrió lo mismo y no supe si girarme para mirar o no -esto no me puede dar miedo- pensé en voz alta. Me levanté, caminé por el despacho, fui a la cocina, bebí un vaso de agua y me quedé un momento ahí absorto y recordé la cara de Bill Murray en la escena del restaurante de «Los fantasmas atacan al jefe» (escena en la que se encuentra con su jefe, el de la IBC -encarnado por Robert Mitchum- cuando llega Brice Cummings -encarnado por John Glover-, que viene a ayudarle en la cadena de televisión y pone esa expresión de incredulidad).

Decidí acabar y enviar el artículo para que pudieran publicarlo al día siguiente. Y cuando terminé, me giré y, claro, no había nadie.

– ¡Malditas deadlines! En cuanto me ponga al día, todos estos nervios dejarán de existir – pensé.

– Bueno, esto se merece un descanso, mañana será otro día. – Y me fui a la cama pensando que tenía que descansar un poco más.

Aquella noche no dormí muy bien y tuve pesadillas. Hasta donde yo recordaba no había tenido una noche tranquila como Dios manda, que diría mi abuelo, en mucho tiempo. No siempre era capaz de asumir la razón por la qué tenía esas pesadillas recurrentes donde siempre salía la misma persona.

No quise pensar más en ello y me dispuse a darme una ducha, mientras me terminaba el ansiado café matutino. Me había costado tiempo y esfuerzo encontrar el café perfecto y la máquina perfecta. Pero, lo conseguí. Apenas desayunaba. Antes era diferente, antes sí me gustaba preparar una buena tostada, zumo de naranja, o aquello que se terciara. Pero ya no, ahora solo era café. Aunque, a lo que nunca renuncié fue a la canela en rama. Eso era demasiado.

– En fin, Víctor tienes que volver al trabajo…-me dije.

Pasaron los días y me olvidé completamente de aquel incidente nocturno. El trabajo me terminó por absorber de nuevo.

Unos meses después, estaba cubriendo una noticia muy importante, un caso de corrupción en el seno de los estamentos militares, y tenía pruebas de ello. Llevaba dos semanas durmiendo unas 3 horas y el estrés me estaba consumiendo. Y aquella noche, volvió a suceder. Sentí que algo me tocaba el hombro. Me quedé quieto. Me dije que no, que no podía ser -esto es fruto del estrés-, pensé. Y en ese silencio sostenido, entonces escuché algo, era como un susurro. Estaba muy nervioso pensando que mi mente me estaba jugando una mala pasada por los nervios, y cuanto más lo pensaba, más nervioso me sentía.

Unos instantes después el susurro se volvió más claro y escuché:

– No es necesario- dijo una voz firme y sosegada.

Me quedé paralizado. ¿Qué quería decir esa voz? No es necesario. ¿Qué no es necesario? Me giré y pregunté en voz alta -¿quién eres?- visiblemente nervioso y asustado.

– Siempre lo has sabido- dijo la voz. Estuve preguntando al vacío varias veces, pero ya no obtuve respuesta.

Los días posteriores se sucedieron a toda velocidad. Hacía dos meses que había entregado el reportaje al periódico. Éste tuvo consecuencias inmediatas; hubo destituciones, imputaciones, renuncias, juicios y el gobierno estaba tambaleándose. En el periódico, alguien me dijo que estaba propuesto para el Pulitzer. La gala de entrega de premios estaba prevista para el mes siguiente. No podía centrarme en el trabajo, por lo que me pedí unos días para descansar. Ya no me quedaba mucho tiempo.

Aquella noche estaba tranquilo, había gestionado temas pendientes, y me encontraba en el salón, tomando una copa de bourbon. Y entonces ella apareció.

– ¿Cuándo lo supiste?- le pregunté directamente mirándole.

– Siempre lo he sabido- contestó tranquila y sosegada, tal y como recordaba esa voz.

– Lo he dejado todo listo. Le he enviado un email y una carta escrita de puño y letra.-Dije con aceptación.

– ¿Has pedido perdón de forma sincera?- Me preguntó.

– Sí.- Le dije.

– Entonces es la hora. – Me dijo, esperando mi reacción.

– ¿Puedo preguntarte algo? -Le dije mientras me levantaba del sofá.

– Aha… – me contestó algo condescendiente.

– ¿Cómo te gusta que te llamen? -Le pregunté como un niño chico desprovisto de todo temor.

– Me llaman de muchas formas, pero Karma, me gusta. Me puedes llamar así si lo prefieres. -Me contestó con una sonrisa sincera.

– Tardé demasiado, ¿verdad?- Le pregunté con verdadera pena.

– Nunca es demasiado tarde, Víctor.- Sentenció

Epílogo

Víctor era un periodista muy famoso, conocido en los círculos por ser implacable en su profesión y sus reportajes eran temidos. Tuvo una carrera fulgurante, cuyo ascenso meteórico se llevó por delante a todo ser viviente que se interpusiera en ese camino. Ascenso que arrasó con todo, incluida su apasionada y activista compañera de facultad, a la que un polvo no le iba a impedir seguir en esa senda. Y lo hizo de la mejor manera que sabía, levantándole el reportaje en el que llevaba trabajando mucho tiempo. Era el reportaje que la catapultaría a reportera oficial en el nuevo periódico, donde ambos estaban trabajando de becarios.

Celeste desapareció de su vida, con un bebé en la tripa y un cáncer de estómago en ciernes. Y su prometedora carrera se ahogó en el olvido.

Víctor, le dejó todo a su hijo. En la carta todo estaba explicado. Toño, estaba estudiando periodismo, mientras trabajaba en una cafetería por las tardes para pagarse la carrera. Sorpresivamente, el rector pidió verse con él para contarle que alguien, de forma anónima, había donado una cantidad escandalosa de dinero, con la condición que a Toño le concedieran una beca.

– Toño, ¿entiendes lo que te estoy contando?- Le preguntó el señor Díaz a Toño.

Fin.

Enlaces:

  • Extraído de https://www.significados.com/karma/
  • Definición extraída de https://www.elperiodico.com
  • Extracto de la Revista de Escuela de Derecho de la Universidad Latina, núm., 1, septiembre-diciembre de 2000: http://www.revistas.unam.mx
  • Imagen principal extraída de https://es.dreamstime.com/photos-images/karma.html
  • Imagen karma hindú extraída de https://www.freepng.es/png-sszzop/

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Esto no es un cuento de navidad

Aquel día me di cuenta que la ventana tenía un roto en la esquina izquierda de abajo. No era un roto muy grande, pero lo suficiente para que entrara frío. Mi madre lo había pretendido arreglar con cinta de carrocero, pero ya se había mojado varias veces por las continuas lluvias. Entraba frío, de todas formas. Tenía un viejo libro, ya estaba muy estropeado. Le faltaban hojas y, francamente, había conocido días mejores. Quería haberlo conservado más tiempo porque me lo había regalado mi abuela, pero ella habría entendido en qué lo quería emplear. Además, me lo sabía de memoria, lo había leído tantas veces que sabía dónde estaba cada punto y cada coma.

La semana pasada fue el examen de lengua y tocaba comentario de texto. No me podía creer que el título elegido fuese aquel de Dickens. Era inconcebible, casi mágico. Aquel libro, fue el mismo que leíamos una y otra vez mi hermano Timoteo y yo -como él odiaba ese nombre, en casa, yo le llamaba Tim, pero le gustaba menos aún. Siempre nos preguntamos por qué mis padres le pusieron el nombre de un tío abuelo que casi nadie conocía-. Pero, siempre, siempre, le dábamos un beneficio especial en diciembre. Fue un ritual que dejó de serlo hace dos años. Y lo memoricé para recitarlo de cabeza, siempre que me acordaba de él. Así tenía que ser.

Aquel libro…

Ayer, Laura, mi profesora me felicitó por el examen de lengua. Se preocupó por nuestra situación.

Hola, me llamo Blanca, estudio 4º de la ESO y quiero estudiar Filología Hispánica. Vivo en el sector 4 de la Cañada Real. Mi padre es chatarrero y mi madre limpia casas.  Y esto no es un cuento de navidad.

A V. aquella niña que una vez tuvo una luz muy bonita.

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Reminiscencias del pasado

Mientras preparaba la lista de la compra de navidad, recordaba perfectamente la imagen de mi madre mientras hacía la comida de Nochebuena con un día de antelación. No toda, solo aquellas cosas que podían prepararse en la víspera. Ella decía que estaban más buenas, como la berza*, que de un día para otro está mejor. Solía hacer casi siempre las mismas cosas, era como un ritual repetitivo que se hace así, porque así es como se hacen estas cosas. Así que el día de la gran cena nos atiborrábamos con calamar relleno, langostinos cocidos, huevos rellenos, cóctel de mariscos, jamón, queso, y todo aquello que no pasaba por nuestra mesa habitualmente el resto del año. Cada cierto tiempo, la cena era un poco más sofisticada. Para nosotros era muy especial poder comer todo eso, porque era algo que nos acercaba a otra escala social.

Me gustaba ir a comprar sola, a primera hora de la tarde o de la mañana. Si iba al mercado era por la mañana, entonces ojeaba el género y decidía qué hacer. Normalmente era carne en nochebuena y pescado o marisco en nochevieja. Como éramos varios a la mesa, solíamos repartir. Yo solía hacer el plato principal y otros el postre, los entrantes, las bebidas y demás. Cuando tomaba la decisión, iba a tomarme un buen café, pero solo en el bar de Juan, porque yo, que soy muy cafetera, le otorgué la calificación del mejor café de la ciudad. Y es que mira que había probado cafeterías. Ni rústicas ni vanguardistas, ni siquiera aquellas más famosas por solera del apellido de sus dueños.

Era el café de Juan el que secuestró mi olfato y, más tarde, mi paladar. Cuando Juan me veía, ya sabía qué tenía que ponerme. De buena mañana era el grande bien tirado y muy cargado, con leche ardiendo y una pizca de canela en polvo por encima. Y cuando tenía, que no era siempre, me ponía la ramita en vez del molido, que le daba más caché. A la tarde era el solo largo acompañado de chocolate negro y si me veía con prisas, el expresso. Esos eran los momentos, mis momentos.

Siempre me gustaron estas fechas y me obligaba a disfrutarlas porque el resto del año era demasiado ordinario, con una rutina muy pesada. Pero se venían éstas y mi cabeza ya empezaba a cavilar. Adornos, visitas, cenas, viajes, felicitaciones…

Y entonces, todo cambió. Se empezó a hablar de cosas extrañas en las noticias, y el miedo lo inundó todo. La gente se moría y yo lloraba porque no entendía qué ocurría. Ya no podía compartir mis miedos con nadie, excepto ella. Y ella estaba lejos, muy lejos. Y un día, nos dimos cuenta que éramos humanos, y para colmo, que también éramos imperfectos. Así que cogí la disciplina y la experiencia y me las puse de traje. Era rutina, sí, pero era distinta. Fue adaptación y comprensión, así de simple.

Nuestro aspecto ha cambiado sutilmente, pero seguimos siendo aquellos que brindábamos cara a cara en la mesa. Y ésta, lo haré con ella, de nuevo, por vídeo llamada, como si estuviera aquí conmigo porque sé que ella siente cada palabra de este cuento. Y si por ella fuera, estaría aquí, conmigo, que iría al mercado, conmigo, y que se tomaría un café con canela en el bar de Juan, conmigo. Pero la distancia física es la que es.

No me cabe duda que somos almas perdidas en la inmensidad de este vasto universo. Así que cuando una de ellas tiene el privilegio de conectar con otra, y solo cuando eso sucede, se produce el mayor resplandor que se pueda experimentar. Es la chispa misma de la vida, es el amor. Una palabra tan alabada como denostada. Y es que, hasta que no entendamos qué significa en toda su amplitud, no podremos comprender por qué tenemos que felicitarnos por Skype o WhatsApp, o ponernos en los zapatos de la médica o el enfermero que están agotados, o ponernos la mascarilla porque así lo dicen los protocolos, o hacer eso que se hace cuando hay una pandemia.  Amor, empatía, generosidad, honestidad, responsabilidad, podemos llamarlo como queramos.

Así que yo voy a hacerme un café con canela y chocolate negro, aquí en mi casa, y no voy a escribir la nota de compra de navidad, porque estoy sola y estas fiestas no salgo de casa, salvo cuestiones imprescindibles. Tampoco iré de viaje y meditaré si coloco adornos, según esté. Si me levanto de buenas, los pongo, si me levanto con la izquierda, no. Y ella y yo, nos felicitaremos por vídeo llamada, porque el amor es así de correcto. Que ya vendrán tiempos mejores, esos en los que nos moveremos como pez en el agua. Y seguiré recordando aquellos momentos en los que mi madre cocinaba aquellas cosas tan ricas para navidad y veré su cara, en este sueño lúcido, con tanta claridad como si la tuviese delante y no querré despertar…

Ella (y la lista de la compra)

A mi madre, la de verdad, porque ella diría, «Y no salgo porque no me da la gana». Te quiero, feílla.

*Berza: Plato típico almeriense, principalmente de los pueblos de Alcóntar, Bayarque, Serón y Sierro. Es un cocido con la berza como verdura, patatas, garbanzos, tocino, morcilla, jamón y mano de cerdo (información extraída de https://saboresalmeria.com/informacion/berza).

#cuentosdeNavidad #UnaNavidaddiferente

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«Un amor de leyenda»

Canciona.com®

Hoy el post del blog trata de algo que le he regalado con mucho amor a mi compañero, amigo, marido, pareja, mi partner del camino, de vientos y de brisas, Fran.

Siempre le digo que me diga algo bonito y él me responde que es de ciencias… Hoy soy yo la que le dice algo precioso, porque un «te quiero» ya no me parece bastante…

Se trata de una canción que he podido ofrecerle gracias a Canciona, una empresa compuesta por un grupo de profesionales que trabajan en el mundo de la música y que hacen cosas tan bonitas como estas que podéis escuchar un poco más abajo del post y al final de la letra.

Gracias infinitas a Belen y Javier, que fueron el resorte que activó el cambio hacia un nuevo horizonte. Os quiero tanto…

Espero que disfrutéis de esta canción tan linda que cuenta nuestra historia. Gracias a Canciona porque lo ha sabido plasmar y gracias a la vida por habernos dado la posibilidad de vivir tantas cosas hermosas. No hace falta un cumpleaños, un aniversario o una fecha especial. Cualquier día, de un mes cualquiera, de un año cualquiera…

Y llegamos, y los vimos, y fue una explosión de emociones…tres veces…

Cuenta una antigua leyenda
Del Japón milenario
Sobre un rojo hilo,

Que a pesar de la distancia
Y de las inclemencias
Hay destinos unidos,

En los meñiques de Fran
Y de Vicky siempre habrá
Una arcana atracción,

El Ying y el Yang, la prudencia
Y la febril urgencia,
La luna y el sol.

Dos jóvenes en un barrio,
Que caen en secundaria
Y coinciden en clase,

En el instituto nocturno
Por fin le llegó el turno
Al amor y a sus cauces,

Hubo conjuras y males,
Qué ilusos los mortales
Que osan cortar el hilo,

Y es que a veces hay amores
Cuantos más años mejores,
Que son como el vino.

Lucharon contra gigantes
Crisis y tempestades,
Penurias y fatigas,

Con clases particulares,
Tatuajes temporales,
Joyería de resina,

No se borró con los años
Un amor indeleble
Y el destino los premia,

Vicky y Fran, la luz propia,
Guerreros de Terracota,
Un amor de leyenda.

Pasaron más largos años
Y a veces una fuerza
En el meñique sentían,

Entre entrevistas de trabajo
Se vieron en la puerta
De una cafetería,

Dieciséis años después,
Otra etapa, otro barrio,
Mismo hilo de antes,

Será esa leyenda oriental
O será el sortilegio
De los eternos amantes,

Lucharon contra gigantes
Crisis y tempestades,
Penurias y fatigas,

Con clases particulares,
Tatuajes temporales,
Joyería de resina,

No se borró con los años
Un amor indeleble
Y el destino los premia,

Vicky y Fran, la luz propia,
Guerreros de Terracota,
Un amor de leyenda.

Y el diecisiete de Julio
Allá por dos mil quince
Por fin todo cambió,

Después de tanto infortunio
Una noticia de oriente,
Lloraron de emoción,

Ahora ese hilo es tan corto,
Viven en china y sus rostros
Satisfechos se muestran,

Vicky y Fran, la luz propia,
Guerreros de Terracota,
Un amor de leyenda.

«Un amor de leyenda»

Autor letra: Kako.

Música y arreglos: Equipo de canciona.com®.

Un amor de leyenda (Autor: Kako y equipo de canciona.com®)
  • Foto del post extraída del archivo personal.
  • El audio que se adjunta es un tema compuesto en su totalidad por el equipo de Canciona.com®.
  • Aviso Legal  donde se especifican los usos permitidos que Canciona garantiza: PROPIEDAD INTELECTUAL. DERECHOS DE USO DE LA CANCIÓN.

Los derechos de explotación en materia de propiedad intelectual corresponden en exclusiva a CANCIONA. El cliente (usuario de la web), mediante el pago del precio, queda autorizado a recibir un soporte sonoro incluyendo grabación, interpretación y obra con la única finalidad de escucharlo de forma ilimitada en su círculo particular, personal o privado, así como grabar nuevos soportes con la misma finalidad (disco duro, pendrive, CD, etc.).

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La metamorfosis de Franz Kafka.

La transformación en un insecto como metáfora de la angustia, deshumanización y pérdida de identidad.

Gregorio Samsa, que trabaja muy duro como comercial de telas, se levanta una mañana con la sensación de haber tenido un mal sueño. El hecho de tener que mantener a toda su familia le sobrevuela amenazante como una espada de Damocles. Esa mañana descubre horrorizado que se ha transformado en un insecto, una especie de escarabajo, cucaracha o algo similar.

Portada

Una persona normal, se hubiera tirado al vacío desde la ventana. Al fin y al cabo, lo que Gregorio está viviendo es un fenómeno extraordinario e inexplicable. Pero, paradójicamente, el desasosiego que siente se convierte en el combustible que alimenta y gira en torno a la ansiedad que le produce no ir al trabajo. Por eso, intenta acostumbrarse a su nueva morfología sin dejar de perder de vista la delicada situación económica familiar.

Durante la transformación de Gregorio, incomprendida por su entorno, a excepción de su hermana, experimenta episodios como el de la visita del gerente. Éste se persona en casa para interesarse por su falta de asistencia al trabajo. Pero nada más lejos de ser por motivo de preocupación, Gregorio escucha como el gerente intercambia ciertas palabras desagradables con la familia, en la que no sale muy bien parado.

El señor Samsa le reprocha, visiblemente enfadado, el desinterés por no ir al trabajo. Es por lo que ante la situación económica, la familia decide alquilar una habitación y apartan y mantienen en secreto a Gregorio en su cuarto.

Gregorio está desesperado porque no solo mantiene a la familia, sino que ayuda a pagar las deudas por la quiebra de un antiguo negocio del padre, por lo que no entiende que le hagan eso.

Una noche, mientras Grete toca el violín para amenizar la noche a los inquilinos, Gregorio sale de la habitación para escucharla, espantando a los comensales que se marchan sin pagar la estancia.

A partir de este hecho, Gregorio, incomprendido, se aísla definitivamente en su habitación y la angustia le lleva a dejar de comer y beber. Su hermana, que es la única que le había estado atendiendo, termina por dejarlo ante la imposibilidad de poder cuidarle como debía. Gregorio hacía tiempo que se había abandonado a sí mismo, dejando su bienestar de lado.

Finalmente, la criada encuentra muerto a Gregorio, en la más absoluta soledad, tras días de aislamiento y falta de alimento.

Para entender esta novela tendríamos que retrotraernos al contexto histórico. Como sabemos, esta novela fue publicada en el año 1915, cuando comienza la Primera Guerra Mundial. El hombre hace frente a una serie de cambios económicos, sociales y políticos en un momento en el que, además, el mundo en general está más deshumanizado.

Kafka

Asimismo, la propia novela sería el reflejo de lo que algunos han querido relacionar con el trato que Franz Kafka tenía con su padre. De este último se decía que tenía un comportamiento opresivo y despótico hacia él.

Vemos el devenir de la novela desde la pérdida de identidad, vista desde el momento de la transformación en un insecto, en el que el individuo se deshace de toda condición humana, hasta la falta de utilidad, cuando alguien deja de ser necesario.

Cuando leí este libro no pude dejar de acordarme de una que me contaba mi madre. Cuando mis padres se casaron, no tenían casa propia, y más allá de lo que diría Virginia Woolf, solo tenían dos sueldos. Se fueron a vivir a casa de mi abuela. Pero la historia no es esa, que ya veremos en otro momento, la historia es que mi padre tuvo que entregar el sueldo que ganaba en su casa justo hasta el mes anterior a casarse. Mi padre, hijo de madre soltera, no era muy querido, en realidad no era nada querido en su familia, pero su dinero sí. Mi padre ya se había convertido en un insecto y anduvo por la vida así, como un insecto toda su vida.

Yo, más bien, creo que lo convirtieron en un insecto y él no disponía de las herramientas para sortear las cosas de la vida. Solo unos pocos conseguimos verle de verdad, detrás del caparazón. Pero de eso, también, hablaré en otro momento.

Al final, esta historia es una experiencia que quien más, quien menos ha vivido de una u otra forma. Porque, ¿quién no ha sacado beneficio de alguien en algún momento? y ¿de cuántos de ustedes se han beneficiado? Y ¿con malas artes? Algunos hemos estado más en un grupo que en otro y otros han sido más desobedientes y egoístas. ¿De qué grupo eres tú?

Hasta la próxima pecadores…

V.

  • Imagen del post extraída de http://www.experienciasliterarias.es/
  • Foto del autor Franz Kafka extraída de https://www.culturagenial.com/

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La pérdida, por V. Santisteban.

Para una familia…

Esta vida alberga espacio para muchas cosas. Podemos vivir circunstancias para las que nos preparamos durante toda nuestra existencia. Y, también, podemos experimentar otras tantas para las que no nos preparan, o no nos preparamos, o simplemente, no queremos prepararnos. Nuestra vida es el resultado de todo eso, de lo bueno vivido y disfrutado, y de aquello distinto, triste y oscuro. Y esa parte oscura, nos queda grabada con el fuego del dolor en nuestra alma.

La pérdida tiene mucho nombres y es el resultado de sus propios síntomas que, casi siempre, son los mismos. Falta de aire para respirar, angustia, desasosiego, falta de anhelo por la vida, desesperanza. La pérdida es universal, nadie está libre de vivirla y es una de las pocas cosas que nos coloca al mismo nivel. Y es que a todos nos llega. Pero, incluso ese momento tan personal, suele estar condicionado por factores externos. Elementos que se escapan a nuestra comprensión y sentido de la justicia. Como le decía a una buena amiga, tanto tienes, tanto vives. Es una sentencia durísima, pero los acontecimientos recientes reflejan que no ando desencaminada al respecto.

Todos hemos perdido a un ser querido. Y es de esas cosas oscuras que no queremos que pasen nunca. Cuando un ser querido se va, la vida se revuelve a nuestro alrededor. Todo pierde sentido, todo se trastoca, todo se tambalea y entramos en la espiral del duelo. El duelo duele, duele mucho. Y el momento en que perdemos a alguien, ese preciso momento, es en el que una punzada aguda de dolor nos atraviesa por completo. Es un dolor distinto a cualquier dolor sentido antes.

Todo se detiene, todo, excepto aquello que tiene que ver con la propia burocracia del sepelio. Porque la maquinaria del sistema sigue funcionando, aunque no entendamos nada de lo que ocurre. Apenas eres golpeado por un shock emocional sin parangón, debes gestionar. Y es cuando acaba ese proceso, cuando la vida te reclama de nuevo y te exige que vuelvas al camino, que no te detengas. Hay que seguir, seguir respirando, seguir levantándose de la cama, seguir, seguir, seguir. Pero el cuerpo no nos obedece y es porque no queremos hacer nada de eso. Queremos parar, queremos cama y silencio.

De todas las experiencias de esta vida terrenal, quizás la pérdida de un ser querido sea, con diferencia, la más difícil. Y es que nadie quiere llegar a vivirlo, no queremos vivirlo, no queremos perder a un ser querido, porque es querido.

Pensamos que nuestros padres nos durarán eternamente y ellos piensan que se irán antes que nosotros, es lo normal, sería lo más normal. Pero, a veces, el universo en su infinito y macabro sentido del equilibrio, le da la vuelta al devenir normal de las cosas. Y nos arrebata lo más bonito que la vida te ha regalado, el amor filial de los hijos. Este amor es un amor que se retroalimenta de padres a hijos y viceversa. Y es que cuando un hijo se va, algo no cuadra, algo no encaja, algo va contra natura. Es un hecho imposible, es la casa construida por el tejado, es ir contracorriente y en sentido contrario al de las agujas del reloj, es anormal, es el mundo al revés, es una pesadumbre sin sentido, es la oscuridad sin fin.

El dolor de perder a un hijo es un dolor tan insoportable que se vuelve intolerable. El niño de nuestros ojos, la luz que aclara el camino, el sonido que alegra cada instante, ese ruido de fondo que nos acompaña desde la gestación. Perder un hijo es como si te arrancaran un trozo de tu ser, con el que es imprescindible vivir.

Cuando se pierde a un hijo tras un largo proceso de enfermedad, el dolor, ese dolor que se ha ido guardando y almacenando en un lugar bien alejado de su mirada, sale a reclamar su espacio por derecho propio. Ese dolor, fruto de la lucha contra el sistema, contra la enfermedad, contra el tiempo y las inclemencias que esta vida nos pone en el camino, como piedras gigantes que no nos dejan avanzar, nos reduce a la mínima expresión de nuestro ser. Nos merma dejándonos hechos un ovillo enredado que antaño tejía risas y algarabía.

Cuando un ser especial, un ser lleno de luz se va, nos quedamos más huérfanos, nos vemos perdidos. Nuestras melancolías nos conducen por senderos nunca transitados. Y tenemos que aprender que debemos continuar por travesías sin esa mirada mágica, sin esa pose estoica, fuerte y madura.

Y queda el vacío de las palabras no dichas, de risas no reídas, de anécdotas no contadas y de abrazos infinitos por dar.

Al final, somos castillos de arena que desaparecen con la espuma del mar. Somos polvo de estrellas que vuelven al firmamento para observar el devenir del mundo y velar por los nuestros.

A Raquel, con todo mi amor. Allá donde estés, seguirás brillando más allá del tiempo…

V.

  • Foto destacada, extraída del archivo personal.

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