Anna Karenina, León Tolstói

Una historia de inmolación y abnegación. Una mujer que, simplemente, ama con todo su ser.

Cuando el sacrificio se convierte en el sentido de una vida. Un amor apasionado, casi enfermizo, que nubla el sentido de una realidad impostada, desde la perspectiva de una sociedad tradicionalista- que ahoga la atmósfera vital.

Anna…

Portada de la novela

Hablar de Anna Karenina significa, necesariamente para muy bien, hablar de que esta obra sería imposible de no tener en cuenta como fondo de escritorio. Un perfecto aval sobre el que documentarse cuando hablamos de contextos históricos determinados o de relaciones sociales. Pero, es la parada perfecta sobre la que volver, una y otra vez, cuando necesitamos saber de cierta humanidad «imperfecta» y femenina, algo muy denostado a lo largo de los tiempos. Anna Karenina nos muestra la historia de un sacrificio, en toda la amplitud de la palabra. No es baladí que, mientras me documentaba un poco para no caer en la tentación de omitir datos fehacientes, me topé con la siguiente definición de la novela que me ocupa, «(…) una novela sobre el adulterio (…)».

Primera edición de la novela

Este encasillamiento me resulta personalmente doloroso y terriblemente injusto porque me retrotrae a tiempos sombríos, pero luego me flagelo con una buena dosis de autocrítica. Y es que como ya he mencionado en alguna ocasión, es aconsejable relativizar los contextos históricos porque los prejuicios pueden desenfocar la temática original.

León Tolstói parió esta novela en la segunda mitad del siglo XIX que se publicó por entregas, inicialmente, y más tarde ya en dos volúmenes. Es importante reseñar el contexto histórico porque Rusia estaba experimentando cambios que apuntaban a una sociedad más liberal – o, al menos, eso pretendían. Ya se sabe que moldear una sociedad conservadora hacia otra aperturista es un camino harto laborioso.

El argumento es de sobra conocido: Anna está casada con un hombre -20 años mayor que ella- en un matrimonio que se construye desde la mentira que aporta la conveniencia. Anna se enamora perdidamente de un joven oficial militar, Vronsky, por el que lo abandona todo, rompiendo los cánones establecidos de la férrea sociedad burguesa.

Cuando Anna se queda embarazada, las cosas se complican y confiesa el amor que siente por Vronsky, a su marido. Éste se niega a concederle el divorcio y surgen las inseguridades, los miedos y la desconfianza desde Anna hacia su amante. Anna termina dejándose la vida en unas vías de tren, tras discutir con Vronsky, e incapaz de lidiar con la brutal presión que le viene por todos los flancos.

A la par de esta historia, conocemos los devenires de Levin -una suerte de alter ego del propio autor- y Kitty. Una pareja que evoluciona desde la negativa de Kitty hacia Levin -recordemos que Kitty aspiraba a ser la prometida de Wronsky, pero un cruce de miradas en una estación de tren lo trastocó todo-, hasta alcanzar la maduración de un matrimonio -construido sobre la base del amor, la confianza y la fe cristiana.

Tolstói en su vejez
Tolstoi en su juventud

Esa mirada representa, probablemente, la piedra angular de este relato. Y es que en una época donde había que guardar las formas -de entrada- un gesto o una mirada podían determinar más de una decisión. No obstante, algo sutil, se vuelve más obvio y pragmático. Anna decidida a luchar contra lo establecido, lo deja todo por amor, lo sacrifica todo.

Entonces, aquí está, la segunda vuelta de tuerca, el sacrificio. Según la acepción número 7 de la Rae, «sacrificio sería el acto de abnegación inspirado por la vehemencia del amor». Y yo me pregunto, ¿hay amor sin vehemencia? ¿sin abnegación? Siempre desde mi punto de vista, estrictamente personal, o casi siempre, opino que el amor en la entrega sin condiciones, desinteresadamente. Porque de lo contrario, hablaríamos de otra cosa, no de amor.

Y esto me lleva a la cuestión de cómo se establecían ciertas uniones. Una suerte de matrimonios concertados que, por otro lado, eran algo muy habitual. Estamos hablando de la Rusia de finales del siglo XIX en la que una pugna, entre el conservadurismo arraigado y un liberalismo incipiente, se viene instaurando a lo largo del tiempo. Éste segundo intenta abrirse paso porque es inevitable, hablamos del progreso en sí mismo, algo que abarca no solo el aspecto económico, sino el cultural y social.

Evidentemente, estos emparejamientos, cojean a priori cuando una de las patas es más corta. Que se trate de un novela ambientada en la clase burguesa, no le exime de la brecha de género, que la había. Pero, además, esta brecha de género se entremezcla con el concepto de la familia. De hecho, el libro gira en torno a la familia nuclear con los ejemplos entre Anna y Karenin -unión de conveniencia-, el matrimonio entre Stiva, hermano de Anna, y Dolly -matrimonio en crisis debido a la infidelidad del marido-, y la relación entre Kitty y Levin -matrimonio que gana la batalla de las vanidades y, por decirlo de alguna manera, acaba triunfando.

Hay expresiones que, detesto profundamente, me vienen a la cabeza como, De toda la vida se ha hecho esto o lo otro, Siempre se ha aguantado o La mujer tenía que soportar/tolerar porque era lo que tocaba. Estas sentencias resumen la gran desigualdad que ha existido entre géneros -que, por desgracia, aún existe. Sin ir más lejos, son expresiones que aún son usadas por perfiles determinados -es tremendamente fácil identificarlos. Para concretar más, en esta misma disertación existen dos conceptos, adulterio versus infidelidad. Esta misma diferenciación, entre un término claramente ofensivo y otro más leve, casi frívolo, nos dice muchísimo de un mismo acto.

Se planteaba el concepto de adulterio cuando se señalaba a la mujer y el de infidelidad cuando era referido al hombre. Obviamente, el primero tenía connotaciones legales cuando el segundo era más como un hábito permitido en los corrillos sociales. Por eso es muy reseñable el hecho que la trama esté protagonizada por una mujer que lo sacrifica todo, la familia y la posición social por amor, porque ella es, definitivamente, una mujer que ama con todo su ser.

Pero Anna no solo es la mujer que ama, es una mujer que tiene inquietudes, con librepensamiento, que no encaja en el perfil de mujer florero. Posee una personalidad arrolladora que para nada combina con la expresión «Detrás de un hombre hay una gran mujer», sino que se sale de ella copando los primeros planos. Es una mujer empoderada, fuerte, decidida y es toda esa seguridad la que desata la férrea oposición de los círculos de su entorno.

Finalmente, Anna se rompe y su seguridad se quiebra. Su castillo se desmorona por la negativa del marido a concederle el divorcio, por el rechazo despiadado de su entorno social y por el incipiente cambio de comportamiento de su amado.

El hecho que el autor hable de la temática que trata en esta obra es, en sí mimo, un acto revolucionario. Hablamos que Tolstói nos ofrece el relato de un matrimonio de conveniencia, dónde existía una extraordinaria diferencia de edad entre el hombre, y la mujer. Nos cuenta que el sostén de ese matrimonio no se basa en amor, sino en algo artificial consentido por la costumbre. Dónde vemos como la aventura con otro hombre deriva en un brutal rechazo social y, finalmente, el suicidio de Anna.

A Anna podríamos ponerle varios rostros y la gran pantalla ha condicionado mucho esta cuestión. Pero yo me voy a quedar con unos pocos. Juzguen ustedes mismos.

Greta Garbo vs Anna
Jaqueline Bisset vs Anna

Keira Knightley vs Anna

Sobra decir que esta obra, y su dimensión, lo es por mérito propio, aunque haya pasajes que se hagan intensos. Y es que, a veces, las buenas historias requieren de cierta densidad para poder describir su magnitud.

Finalmente, no me gustaría marcharme sin dejar constancia de algo que mencioné al principio del post, lo tremendamente injusto que me parece el término adulterio. Porque resulta malsonante, porque hace que la culpa recaiga completamente sobre las espaldas de la mujer como un yugo escarlata que emite un sonido escalofriante, repelente y odioso. La historia está plagada de relatos donde la mujer es maltratada desde todos los flancos, porque así era entonces, máxime siendo una mujer así de empoderada. Y en este presente que a mí me ha tocado vivir, aún, queda mucho por hacer. Decía una gran poeta estadounidense,

«Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie».

Emily Dickinson

No nos conformamos con una parte, lo queremos todo.

Gracias, V.

Imágenes:

  • Imagen de la portada de una de las ediciones extraída de albaeditorial.es.
  • Foto primera edición extraída de Wikipedia.
  • Foto del autor de joven extraída del perfil Graf.Leo.Tolstoy de Facebook.
  • Imagen del autor en su vejez (imagen, probablemente coloreada) extraída de Wikipedia.
  • Foto de Greta Garbo extraída de misiglo.es.
  • Foto de Jaqueline Bisset extraída de moviesanywhere.com.
  • Imagen de Keira Knightley extraída de uncuyo.edu.ar.

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Karma, maldito karma.

Por más vueltas que quieras dar para sortear una inconveniente circunstancia concreta, no podrás hacer nada ante el mismo tiempo que termina por tocar a tu puerta.

El karma

Según la web significados.com «Karma significa acción o energía trascendente que se deriva de los actos, palabras y pensamientos de las personas.

Asimismo, recordando la ley de acción y reacción física de Newton que dice ´«Si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), este reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción), podemos entender que todo lo que hacemos, bueno o malo, nos viene de vuelta de forma positiva o negativa.

Entre aquellos que hablamos, muchas veces, que el tiempo nos pone a todos en nuestro sitio y que las personas dan de sí lo que tienen que dar, también hablamos de un concepto muy bien avenido que, además, suena bonito al pronunciar. Es el de «justicia poética». Parafraseando a Rosario López Durán que escribía esto en la Revista de la Escuela de Derecho de la Universidad Latina, México, allá por el año 2000, «(…) la justicia poética es una variación de la justicia divina, cuya naturaleza y voluntad va más allá de la comprensión de la razón humana, de la ciencia y de una filosofía positivista o materialista».

La justicia poética, divina, el karma o las leyes físicas son conceptos que pululan por el aire que respiramos y de los que no podemos prescindir. Así lo vivimos y así lo experimenta nuestro protagonista.

Los hilos que tejen las costuras de las vidas…

Karma hindú

Aquella noche tenía tanto trabajo que no me di cuenta de la hora. Eran las 3 de la mañana y aún estaba aporreando las teclas del portátil. Me quedé absorto por un momento para, casi inmediatamente, volver a lo mío. Sabía perfectamente que me quedaban otras 2 horas como mínimo.

Sentí que me tocaban en el hombro, pero estaba tan concentrado en terminar que no le di importancia. A veces el cuerpo siente cosas por simples contracciones o calambres musculares, tantas horas sentado es normal. Al cabo de un rato, media hora más o menos, sentí, de nuevo, lo mismo. Y me giré para mirar instintivamente, como el que va a hablar con alguien que te llama desde la distancia corta.

Me puse, ciertamente, en alerta pero era algo más bien sutil que sentido plenamente. Así que retorné al trabajo para acabar y enviarlo lo antes posible. Sin embargo, a los pocos minutos ocurrió lo mismo y no supe si girarme para mirar o no -esto no me puede dar miedo- pensé en voz alta. Me levanté, caminé por el despacho, fui a la cocina, bebí un vaso de agua y me quedé un momento ahí absorto y recordé la cara de Bill Murray en la escena del restaurante de «Los fantasmas atacan al jefe» (escena en la que se encuentra con su jefe, el de la IBC -encarnado por Robert Mitchum- cuando llega Brice Cummings -encarnado por John Glover-, que viene a ayudarle en la cadena de televisión y pone esa expresión de incredulidad).

Decidí acabar y enviar el artículo para que pudieran publicarlo al día siguiente. Y cuando terminé, me giré y, claro, no había nadie.

– ¡Malditas deadlines! En cuanto me ponga al día, todos estos nervios dejarán de existir – pensé.

– Bueno, esto se merece un descanso, mañana será otro día. – Y me fui a la cama pensando que tenía que descansar un poco más.

Aquella noche no dormí muy bien y tuve pesadillas. Hasta donde yo recordaba no había tenido una noche tranquila como Dios manda, que diría mi abuelo, en mucho tiempo. No siempre era capaz de asumir la razón por la qué tenía esas pesadillas recurrentes donde siempre salía la misma persona.

No quise pensar más en ello y me dispuse a darme una ducha, mientras me terminaba el ansiado café matutino. Me había costado tiempo y esfuerzo encontrar el café perfecto y la máquina perfecta. Pero, lo conseguí. Apenas desayunaba. Antes era diferente, antes sí me gustaba preparar una buena tostada, zumo de naranja, o aquello que se terciara. Pero ya no, ahora solo era café. Aunque, a lo que nunca renuncié fue a la canela en rama. Eso era demasiado.

– En fin, Víctor tienes que volver al trabajo…-me dije.

Pasaron los días y me olvidé completamente de aquel incidente nocturno. El trabajo me terminó por absorber de nuevo.

Unos meses después, estaba cubriendo una noticia muy importante, un caso de corrupción en el seno de los estamentos militares, y tenía pruebas de ello. Llevaba dos semanas durmiendo unas 3 horas y el estrés me estaba consumiendo. Y aquella noche, volvió a suceder. Sentí que algo me tocaba el hombro. Me quedé quieto. Me dije que no, que no podía ser -esto es fruto del estrés-, pensé. Y en ese silencio sostenido, entonces escuché algo, era como un susurro. Estaba muy nervioso pensando que mi mente me estaba jugando una mala pasada por los nervios, y cuanto más lo pensaba, más nervioso me sentía.

Unos instantes después el susurro se volvió más claro y escuché:

– No es necesario- dijo una voz firme y sosegada.

Me quedé paralizado. ¿Qué quería decir esa voz? No es necesario. ¿Qué no es necesario? Me giré y pregunté en voz alta -¿quién eres?- visiblemente nervioso y asustado.

– Siempre lo has sabido- dijo la voz. Estuve preguntando al vacío varias veces, pero ya no obtuve respuesta.

Los días posteriores se sucedieron a toda velocidad. Hacía dos meses que había entregado el reportaje al periódico. Éste tuvo consecuencias inmediatas; hubo destituciones, imputaciones, renuncias, juicios y el gobierno estaba tambaleándose. En el periódico, alguien me dijo que estaba propuesto para el Pulitzer. La gala de entrega de premios estaba prevista para el mes siguiente. No podía centrarme en el trabajo, por lo que me pedí unos días para descansar. Ya no me quedaba mucho tiempo.

Aquella noche estaba tranquilo, había gestionado temas pendientes, y me encontraba en el salón, tomando una copa de bourbon. Y entonces ella apareció.

– ¿Cuándo lo supiste?- le pregunté directamente mirándole.

– Siempre lo he sabido- contestó tranquila y sosegada, tal y como recordaba esa voz.

– Lo he dejado todo listo. Le he enviado un email y una carta escrita de puño y letra.-Dije con aceptación.

– ¿Has pedido perdón de forma sincera?- Me preguntó.

– Sí.- Le dije.

– Entonces es la hora. – Me dijo, esperando mi reacción.

– ¿Puedo preguntarte algo? -Le dije mientras me levantaba del sofá.

– Aha… – me contestó algo condescendiente.

– ¿Cómo te gusta que te llamen? -Le pregunté como un niño chico desprovisto de todo temor.

– Me llaman de muchas formas, pero Karma, me gusta. Me puedes llamar así si lo prefieres. -Me contestó con una sonrisa sincera.

– Tardé demasiado, ¿verdad?- Le pregunté con verdadera pena.

– Nunca es demasiado tarde, Víctor.- Sentenció

Epílogo

Víctor era un periodista muy famoso, conocido en los círculos por ser implacable en su profesión y sus reportajes eran temidos. Tuvo una carrera fulgurante, cuyo ascenso meteórico se llevó por delante a todo ser viviente que se interpusiera en ese camino. Ascenso que arrasó con todo, incluida su apasionada y activista compañera de facultad, a la que un polvo no le iba a impedir seguir en esa senda. Y lo hizo de la mejor manera que sabía, levantándole el reportaje en el que llevaba trabajando mucho tiempo. Era el reportaje que la catapultaría a reportera oficial en el nuevo periódico, donde ambos estaban trabajando de becarios.

Celeste desapareció de su vida, con un bebé en la tripa y un cáncer de estómago en ciernes. Y su prometedora carrera se ahogó en el olvido.

Víctor, le dejó todo a su hijo. En la carta todo estaba explicado. Toño, estaba estudiando periodismo, mientras trabajaba en una cafetería por las tardes para pagarse la carrera. Sorpresivamente, el rector pidió verse con él para contarle que alguien, de forma anónima, había donado una cantidad escandalosa de dinero, con la condición que a Toño le concedieran una beca.

– Toño, ¿entiendes lo que te estoy contando?- Le preguntó el señor Díaz a Toño.

Fin.

Enlaces:

  • Extraído de https://www.significados.com/karma/
  • Definición extraída de https://www.elperiodico.com
  • Extracto de la Revista de Escuela de Derecho de la Universidad Latina, núm., 1, septiembre-diciembre de 2000: http://www.revistas.unam.mx
  • Imagen principal extraída de https://es.dreamstime.com/photos-images/karma.html
  • Imagen karma hindú extraída de https://www.freepng.es/png-sszzop/

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«Un amor de leyenda»

Canciona.com®

Hoy el post del blog trata de algo que le he regalado con mucho amor a mi compañero, amigo, marido, pareja, mi partner del camino, de vientos y de brisas, Fran.

Siempre le digo que me diga algo bonito y él me responde que es de ciencias… Hoy soy yo la que le dice algo precioso, porque un «te quiero» ya no me parece bastante…

Se trata de una canción que he podido ofrecerle gracias a Canciona, una empresa compuesta por un grupo de profesionales que trabajan en el mundo de la música y que hacen cosas tan bonitas como estas que podéis escuchar un poco más abajo del post y al final de la letra.

Gracias infinitas a Belen y Javier, que fueron el resorte que activó el cambio hacia un nuevo horizonte. Os quiero tanto…

Espero que disfrutéis de esta canción tan linda que cuenta nuestra historia. Gracias a Canciona porque lo ha sabido plasmar y gracias a la vida por habernos dado la posibilidad de vivir tantas cosas hermosas. No hace falta un cumpleaños, un aniversario o una fecha especial. Cualquier día, de un mes cualquiera, de un año cualquiera…

Y llegamos, y los vimos, y fue una explosión de emociones…tres veces…

Cuenta una antigua leyenda
Del Japón milenario
Sobre un rojo hilo,

Que a pesar de la distancia
Y de las inclemencias
Hay destinos unidos,

En los meñiques de Fran
Y de Vicky siempre habrá
Una arcana atracción,

El Ying y el Yang, la prudencia
Y la febril urgencia,
La luna y el sol.

Dos jóvenes en un barrio,
Que caen en secundaria
Y coinciden en clase,

En el instituto nocturno
Por fin le llegó el turno
Al amor y a sus cauces,

Hubo conjuras y males,
Qué ilusos los mortales
Que osan cortar el hilo,

Y es que a veces hay amores
Cuantos más años mejores,
Que son como el vino.

Lucharon contra gigantes
Crisis y tempestades,
Penurias y fatigas,

Con clases particulares,
Tatuajes temporales,
Joyería de resina,

No se borró con los años
Un amor indeleble
Y el destino los premia,

Vicky y Fran, la luz propia,
Guerreros de Terracota,
Un amor de leyenda.

Pasaron más largos años
Y a veces una fuerza
En el meñique sentían,

Entre entrevistas de trabajo
Se vieron en la puerta
De una cafetería,

Dieciséis años después,
Otra etapa, otro barrio,
Mismo hilo de antes,

Será esa leyenda oriental
O será el sortilegio
De los eternos amantes,

Lucharon contra gigantes
Crisis y tempestades,
Penurias y fatigas,

Con clases particulares,
Tatuajes temporales,
Joyería de resina,

No se borró con los años
Un amor indeleble
Y el destino los premia,

Vicky y Fran, la luz propia,
Guerreros de Terracota,
Un amor de leyenda.

Y el diecisiete de Julio
Allá por dos mil quince
Por fin todo cambió,

Después de tanto infortunio
Una noticia de oriente,
Lloraron de emoción,

Ahora ese hilo es tan corto,
Viven en china y sus rostros
Satisfechos se muestran,

Vicky y Fran, la luz propia,
Guerreros de Terracota,
Un amor de leyenda.

«Un amor de leyenda»

Autor letra: Kako.

Música y arreglos: Equipo de canciona.com®.

Un amor de leyenda (Autor: Kako y equipo de canciona.com®)
  • Foto del post extraída del archivo personal.
  • El audio que se adjunta es un tema compuesto en su totalidad por el equipo de Canciona.com®.
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«La reina descalza» de Ildefonso Falcones.

La reina descalza trata de una historia de enfrentamientos, amor, superación y amistad. El empeño por exterminar una raza vista desde las entrañas de unas familias de Triana, Sevilla.

Aunque no es el primer libro del Sr. Falcones que leo, sí que es el primero que comento; y tengo que confesar que me daba un poco de respeto hacerlo pensando que no estaría a la altura de este «monstruo» de las letras. Porque yo me pregunto, ¿quién soy yo para hablar de este libro? Pues simple y llanamente una lectora que ha disfrutado con premeditación y alevosía. Desesperada porque quería que la noche llegara lo antes posible para imbuirme entre sus páginas, La reina me esperaba pacientemente.

Portada de la novela «la reina descalza»

Una novela con trasfondo histórico, en la España del siglo XVIII, cuenta como, en el tiempo en que Zenón de Somodevilla y Bengoechea fue nombrado I Marqués de la Ensenada por Felipe V en 1736 y por recomendación del que sería más adelante Carlos III, se empeñó en exterminar a los gitanos españoles a los que consideraba «una raza malvada» y planeó eliminarlos el 30 de julio de 1749. El Marqués de la Ensenada era famoso por sus habilidades políticas y militares y, por ser un mecenas cultural. Pero también, era famoso por las fiestas cortesanas que celebraba en las que solía rodearse de los invitados más selectos de Madrid. De ese modo se aseguraba el favor de los reyes. En este contexto político, histórico y socio-cultural de la época nos encontramos con el relato de Caridad, una cubana esclava que consigue ser libre de las manos de su propio amo moribundo. Caridad llega a Sevilla donde conoce a Melchor. Pero sufre múltiples atrocidades que moldean su carácter y la forma de afrontar la vida y su cantar.

Melchor es un personaje singular y el abuelo de la familia Vega, unos trianeros que viven en el callejón de San Miguel. Melchor es un hombre hecho a su manera que, también, ha padecido muchos males y que desaparece para no volver en mucho tiempo. Él sabe por qué lo hace. La familia Vega es enemiga acérrima de la familia García y este odio marcará el compás de este relato.

La pequeña de los Vega, Milagros, conoce a Caridad de la mano de su abuelo Melchor y la acoge con cariño. No tanto los vecinos del callejón y sus padres, Ana Vega y José Carmona que la desprecian y no entienden el porqué el abuelo está con una mujer a la que llaman » la negra». Milagros está enamorada de un García, pero los Vega quieren casarla con otro hombre. Milagros es rebelde, joven y bella, y rebosa vida por los poros. La muerte de un miembro importante será el principio de muchas desgracias y Milagros terminará por ser acogida por María la curandera. La curandera introduce a Milagros en el mundo de la medicina natural y le enseña a identificar las plantas y sus propiedades. Tras un tiempo, Milagros se casará por amor con el pequeño de los García.

Ildefonso Falcones, autor de La reina descalza*

Como toda cultura, la gitana no está exenta de las características sociales de la época (algunas aún vigentes). La mujer está sometida al hombre y el matrimonio es un contrato que pasa por el ritual de verificación de virginidad de la novia. Asimismo, el festejo dura tres días. Los novios son levantados en volandas y las familias suelen endeudarse casi de por vida. Milagros se casa muy enamorada con el amor de su vida, su amor platónico. Pero no tardará en descubrir que todo parecido con la realidad es pura coincidencia. Su futuro será muy distinto y el destino la convertirá en la famosa artista «La descalza». Será deseada por todos los hombres de la comarca y se alzará como un icono de la belleza más que por su talento de artista. Caridad ya no está para aconsejarla porque el destino y la mala fortuna las vuelve a separar una y otra vez.

Una historia de dolor, de amor, de enfrentamientos y de desengaños que nos transporta al siglo XVIII con una nitidez tan palpable que a veces se respira, se huele. Trasladar la idea que merece la pena hacer este viaje histórico de nada sirve si no abrimos libros que como este, nos haga viajar hacia mundos infinitos. Una lectura que fue más que una simple lectura donde el hecho de leer se convirtió en un experimento de los sentidos; poder cristalizar el entorno físico, visualizar a Caridad, Milagros, Melchor y María, sufrir el dolor desgarrador de sus actores y llorar de alegría con su felicidad. Un trozo de historia que me era algo desconocido y que necesitaba saber. Afortunadamente tenemos una historia «sin sesgar» jugosa, variada y bella de la que podemos beneficiarnos todos, porque es la que es. Una España multicultural, hermosa y de color. Como decía Lole y Manuel en «Todo es de color»:

Señor de los espacios infinitos
tu que tienes la paz entre las manos
derrámala Señor te lo suplico
y enséñales a amar a mis hermanos*

Gracias. V.

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«La Almería extraña» de Alberto Cerezuela. Por Victoria Santisteban.

En mi incansable camino por satisfacer la curiosidad que me suscita mi tierra y el misterio, sigo con mis lecturas de escritores almerienses. En este caso, vuelvo a repetir autor, Alberto Cerezuela.

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Esta tercera entrega de Alberto, La Almería extraña, me atrapa de nuevo, porque no podía ser de otra forma y ha sido aún más apasionante, porque la mayoría de las historias me eran algo más afines, bien por proximidad, bien por propia inquietud.

En cualquier caso, tengo que decir que, aunque tu experiencia, se aprecia desde el principio de tus obras, no me cabe duda, en esta entrega se nota esa madurez de aquellos que llevan sobre sí una veteranía más que trabajada. Es un «todo», cómo lo expresas, cómo lo percibes. Es ese bagaje emocional que se respira a través el baile de las palabras. Todo un dechado de percepciones para los sentidos (por eso voy anotando, para ir aprendiendo de todos vosotros).

En cuanto a las historias, ha sido difícil escoger. Desde que tomaste aquel americano con José del Pino en el kiosko Amalia, fue complicado desconectar del libro, aunque tuviera que hacerlo ex profeso, para centrarme en otras obligaciones. Pero, ya se sabe, que los «artistas de las letras» son tales porque consiguen tener al lector enganchado, aunque no tengan el libro físicamente en sus manos. La historia de los refugios y la guerra civil no me es indiferente. ¿Quién no tiene un antepasado caído en desgracia por esa insensata guerra? Por circunstancias y/o casualidades no los he visitado aún. Lo tengo pendiente de mentalizarme y prepararme.

Refugios

En cuanto a los Personajes extraños y Singulares decir que, aunque es un tema que no es santo de mi devoción, ha sido llamativo conocer a todos y cada uno de ellos, aunque la ignorancia haya campado a sus anchas a lo largo y ancho de esta tierra, hasta hace muy poco…

Conocía la historia de las Ánimas benditas desde hace tiempo. Historia que pude ver, también, en el programa Cuarto Milenio. He de confesar que una época muy desgraciada de mi vida, estuve a punto de dejarme caer por allí, por propia desesperación.

Estar situados dentro de una franja sísmica, tenía que reportar a Almería algún que otro suceso, extraño o no. En este caso, Alberto trata el episodio de Vera con impecable rigurosidad. Me quedo con la duda de quién pudo ser el artista del Sagrado Corazón. Un tema que me descoloca y me causa malestar es el relacionado con la religiosidad y los exorcismos. Por eso creo que la forma de abordar este tema tan sensible, ha sido sensata y respetuosa. Me causa estupor ver hasta donde llegan algunas personas, su inconsciencia y oscurantismo.

Gracias por volvla-casa-del-cine-de-almeria-turismo-300x250er a refrescar mi memoria con la crónica de la Casa del Cine. Aún tengo recuerdos de la ruta nocturna cuando nos dabas testimonio de ella. Esta casa me producía un gran impacto cuando era pequeña. En aquel tiempo estaba yo en la Salle de las Chocillas (barrio de Los Molinos) y no había día que me apostara frente a ella como una boba. Era una sensación entre intriga, curiosidad y miedo.

En este punto creo que la historia que más me ha interesado, ha sido la del Asesino de los barrancos. También la recuerdo de la ruta nocturna, aquel viernes por la noche. Me parece un relato de investigación lo bastante sólido, como para que se tome en serio. Por ende, soy admiradora de Vicente Garrido, con lo cual, esto ha sido una auténtica dádiva para mi.

Desconocía la historia de las Dos Torres de Benahadux. Solía ver edescargaste cortijo en la lejanía cuando estudiaba diseño gráfico, ya que iba casi todos los días a esta localidad. La singularidad de la arquitectura me llamaba la atención y siempre tuve ganas de conocer su biografía. Aunque sea escéptica en algunas cosas (siempre, desde el respeto), sé y me consta que existen lugares que mantienen las energías del pasado, viéndose impregnados de las vivencias de quienes habitaron en ellos. En esto, siento muy pocos recelos.

Para finalizar, decirte que contar con la colaboración de dos monstruos como Iker Jiménez y Jesús Callejo, me ha parecido el colofón magistral a tan excepcional trabajo.

Gracias. V.

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«Almería con otra mirada. Guía de la ciudad» de Jesús Muñoz. Por Victoria Santisteban.

Leer esta guía de Almería ha significado para mi una reconciliación con mi tierra. Pero no en el sentido literal, no. Como muy bien dices Jesús, en el prólogo, somos algunos almerienses los que relegamos a nuestra ciudad por lo que no sabemos transmitir su grandeza, que es inagotable. Supongo que la edad, la experiencia o la madurez, nos da la perspectiva adecuada para apreciar el suelo que pisamos. Por eso al leer cada página, al mirar cada foto, se me erizaba el vello al comprender al fin, toda la majestuosidad que encierran las calles de Almería. portada-Almería-Otra-Mirada

fotoredondo

Una guía que no he sentido como la típica. Ha sido una ruta de emociones, en las que alguien me llevaba de la mano por esas calles y barrios y me iba relatando, con mucho cariño, cada detalle, historia y su origen; era como seguir sus pasos mientras escuchaba su voz cuando hablaba con las personas del lugar: quién, cómo, por qué…

He aprendido muchas cosas que desconocía, no siento vergüenza en decirlo. Sentiría vergüenza si me lo callara. Algunas sí que las sabía y otras las tenía frescas y recientes de mis lecturas de Alberto. Me he emocionado sobremanera al llegar al barrio de los Molinos y ver «El Molino» de los Díaz. Fueron tantas las veces que jugué allí de pequeña. Aunque no fue el barrio que me vio nacer, ya que éste fue Regiones devastadas, sí que fue el que me acogió en adopción. Las casas de Durbán, cerca de la carretera Alhadra, durante 30 años. Unos gratos recuerdos, otros no tanto. No se me podrán olvidar aquellos años en los que nuestras calles no estaban alfaltadas y jugábamos a la comba, a la rayuela, al elástico, escondite…Y nos metíamos cada leche en el vasto suelo, y tan panchos. Nos jugábamos el tipo a diario, pero como si nada. ¡Ay, bendita juventud!

imagesSí que es verdad esa expresión «voy a bajar a Almería» o «voy a Almería» cuando teníamos que hacer algo en el centro. La he escuchado toda mi vida. Y creo que aún se conserva.

Recuerdo la rambla antes de ser modernizada, el antiguo kiosko de Chirivía, la estación de tren, muchas tiendas de toda la vida de las que muchas han cerrado, ir al Paseo a pasear y comer pipas del pipero. Recuerdo la plaza de San Antón, cuando jugábamos mis hermanos y yo con nuestros amigos del barrio de Pescadería, allá por finales de los años 70.

Como puedes ver Jesús, lo que me he emocionado con este lportobabelibro no es poco. El otro día te decía que me había parecido un libro muy dulce, porque  había conseguido rescatar muchos recuerdos de mi niñez.  Pero además es elegante, muy bien documentado y, creo no equivocarme, cuando digo que bien podría ser «La guía» referente para recorrer Almería, libro en mano. (Espero que ya lo sea).

Ha sido tan bonito leer esta guía y vivirla, que he decidido regalársela a una persona muy especial, con tu permiso. Esta persona vive a 13.000 km de Almería, pero cuando le hablo de mi tierra, se le iluminan los ojos. Con admiración, a mi querida Stella Feng, que se esfuerza tanto estudiando español cada martes y jueves. This is the first step, Stella.

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Jesús, gracias por un libro de este calibre. Gracias por tu tiempo, tu investigación y tu pasión por Almería. Se respira en cada palabra tu adoración por esta tierra y eso, amigo mío, es una belleza. V.

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«Julia y otros cuentos» de Jordi Cabré i Carbó. Por Victoria Santisteban.

Para los apasionados de la lectura de intriga, suspense y ciencia ficción, leer un libro de relatos cortos de este calibre, es todo un lujo. Ha sido una montaña rusa de sensaciones, algo así como lo que sentía con las historias de Bradbury o como cuando me quedaba pegada al televisor cuando ponían Más allá del límite. Una de las novelas de ciencia ficción que cayó en mis manos, mucho antes de la de Jordi, «Simulacron 3» de  Daniel F. Galouye, ya me dejó tan impactada que decidí que este género era uno de mis «elegidos». Y volver a sentir tantas mariposas en el estómago, tengo que decir, que me ha reactivado este reloj del misterio.

27c68685-11fb-468e-93d0-2d7a8d83ab8e-largeLa primera de las historias, Julia me rememora aquellas de intriga y policiales de la bestia del suspense como era Agatha Christie. Me siento mejor sabiendo que no toda la intriga terminó con ella. Julia es un texto prometedor y elegante, a tenor del conocimiento que tengo que es el primero de su autor. Salvando algún pequeño detalle, que le aporta humanidad y que podría haber eliminado y no hizo (esos detalles se recuerdan con cariño a posteriori), creo que es una historia interesante y tiene todos los ingredientes adecuados para tener una lectura plena y placentera.

Con respecto a los demás relatos, comentar que me resulta casi imposible decantarme por ninguno en particular. Cada historia tiene su propio microuniverso, principio y fin. No saben «cortas», saben ricas en acontecimientos, personajes y tramas. Unas tramas que te atrapan. Me han parecido unos relatos de misterio cuya fluidez natural me han confirmado el fondo creativo de su autor. De repente pienso que la versión impresa o digital, tiene tantas posibilidades, que puede ir más allá. Eso lo dejo en manos de aquellos que posean las herramientas adecuadas para llevarlo a cabo.

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Por todo esto, hablar de Jordi es hablar de creatividad y, además, de una con una característica muy peculiar. Yo la llamo creatividad «radial» que va desde el arte gráfico, dibujo y diseño, hasta la pintura al óleo. Son radios de la rueda de una bicicleta, de la que empezó a rodar a finales de la década de los 50 en su Barcelona natal. Un conjunto de pilares lo suficientemente robustos y sólidos como para confirmar el carácter de un auténtico autodidacta nato. Un artista hecho a sí mismo.

7-nº 17 China 3-25x16Grandes historias. Elaborados relatos. Una cascada de emociones, sensaciones y pasión, emanan y se desbordan de sus páginas.

Aquí estoy, esperando, esperando. Aguardando…otro cuento…otro relato…otra historia…

Gracias Jordi.

V.

 

 

 

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