El secreto de Tiamat (Jorge Ramos), por Victoria Santisteban.

Libro 3D_250

Este libro me llegó a través de la recomendación de un muy buen amigo (supongo que así nos llegan muchos, por el boca a boca). Me muevo en el sector del libro y organizo eventos relacionados con el mismo, por lo que conocí al autor de forma «virtual». Como tenía que conocer su obra, así lo hice. Primero pensé «Si me lo ha recomendado Antonio, tiene que ser bueno»… Luego, que sería tedioso por el hecho de tener que conocerlo con miras a … Pero nada más lejos. Tengo que decir que me atrapó casi al instante. De hecho, no recuerdo haberme desconectado nunca del libro, ni siquiera cuando no lo leía. Era un constante nerviosismo por conocer el siguiente capítulo, página o linea.

Me parece muy acertado  no solo el argumento, sino el timeline de los hechos, flashbacks, personajes y la época y lugar me fascinan. Una trama muy bien organizada con unos antecedentes que propician el reclutamiento de un grupo de científicos. Éstos viajan a la Antártida a rescatar a un equipo perdido y se encuentran con acontecimientos absolutamente increíbles y que desafían todo lo conocido. A esto hay que añadir que me encanta el papel de las mujeres en la novela. Extremadamente activo. El autor consigue hacer que cada personaje sea protagonista en el momento y de una forma natural y fluida.

Pero lo más interesante del libro es todo aquello que emana de él. El compañerismo, la fraternidad, el sacrificio y, sobre todo, el amor, por encima de todo.

Normalmente suelo estar muy abierta a todas mis lecturas o, al menos, lo intento. Hay temas que toca esta novela a los que era algo reacia. (Spoiler) Pensar que otras civilizaciones están en la tierra antes que el hombre y entre nosotros y cuyos orígenes se encuentran fuera de este planeta, ha sido algo que me resultaba muy difícil de digerir. Hasta que leí El secreto de Tiamat. A veces tengo pensamientos recurrentes al respecto y me recuerdo que tengo que documentarme sobre el tema. Algo se ha removido en mi interior. No dejo de hacerme preguntas. De hecho, cuando lo terminé hice lo mismo que hago con los demás, colocarlo en la estantería con los «leídos». Y lo hice, pero con la sensación de dejar parte de mi con él y parte de él en mi.

reptilianos-adictamente

tumblr_nlbaquX9Om1twu8juo2_400

Volveré a este asunto, sin duda, porque tengo muchas incógnitas que resolver. Porque el autor me ha creado la necesidad de saber más, de conocer y de experimentar nuevas experiencias.  Pero lo más grande es el sentimiento que he respirado de esta novela, el reconocimiento del planeta en el que habito, el sentimiento del respeto y de canto al amor por Gaia.

navsere2

Gracias Jorge.


Share This:

Publicado por

Victoria Santisteban

Siendo lectora tardía, cuyo interés más intenso llegó en madurez, he de confesar que me falta tiempo material, como a todo hijo de buen vecino, pero ya no tiene nada que ver con el tiempo pasado. En realidad, las cosas como son, lo hago cuando me apetece de verdad, porque de otro modo, no se disfruta. Gracias a todo lo que he vivido, sobre todo, gracias a mi madre, que devoraba todo libro que llegaba a sus manos, y a sus momentos con Corín Tellado, aquí, en mi sitio, hago aquello que me gusta: escribir sobre cosas que leo. Aunque ya, en el albor de la tercera edad o cuarta (yo ya no sé cómo va esto) me he decantado por reflejar mis historias. A bien que lo llevo haciendo desde que era muy pequeña, es el momento. De todas formas, leer es sano, nos hace cuestionar las cosas que suceden a nuestro alrededor, nos hace más felices, mejores personas y con una mayor capacidad de compresión del mundo. Así que leamos. Esquelas, cómics, periódicos, etc., la cosa es hacerlo. Como, también, habrán observado, estas entradas de creación propia tampoco es que tengan un nivel digno de la RAE, pero igual para un ratico, que decía aquel... Nota: Tengan paciencia. Mi ritmo es lento, abarco varios campos y este es uno de ellos. Pero, es el que más me gusta, no lo duden. La curiosidad mueve el mundo, déjense llevar...

Deja una respuesta